ESCUCHEMOS LA VOZ DEL ESPÍRITU SANTO QUE SILENCIA LAS HABLADURÍAS: REGINA COELI DEL 19/05/2024

¿Qué ha escuchado el Espíritu Santo? ¿De qué nos habla? Es lo que planteó el Papa Francisco en su alocución previa a la oración del Regina Coeli, en la Solemnidad de Pentecostés, este 19 de mayo en la Plaza de San Pedro. El Santo Padre centró su reflexión en el Evangelio de la liturgia del día, donde Jesús habla del Espíritu Santo, y dice que Él nos enseña “todo lo que ha oído”. Por eso, – señaló el Papa – “es importante que nos nutramos cada día de la Palabra de Dios, de la Palabra de Jesús, inspirada por el Espíritu Santo”. Compartimos a continuación, el texto de su alocución, traducido del italiano:

Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz fiesta de Pentecostés, buenos días!

Hoy, Solemnidad de Pentecostés, celebramos la venida del Espíritu Santo sobre María y sobre los Apóstoles. En el Evangelio de la liturgia, Jesús habla del Espíritu Santo, y dice que Él nos enseña “todo lo que ha oído” (cf. Jn 16, 13). Pero ¿qué significa esta expresión? ¿Qué ha escuchado el Espíritu Santo? ¿De qué nos habla?

Nos habla con palabras que expresan sentimientos maravillosos, como el afecto, la gratitud, la confianza, la misericordia. Palabras que nos permiten conocer una relación bella, luminosa, concreta y duradera, como es el Amor eterno de Dios: las palabras que el Padre y el Hijo se dicen. Son precisamente las palabras transformadoras del amor las que el Espíritu Santo repite en nuestro interior, y que nos hace bien escuchar, porque estas palabras hacen nacer y crecer en nuestro corazón los mismos sentimientos y los mismos propósitos: son palabras fecundas. 

Por eso, es importante que nos alimentemos todos los días con las Palabras de Dios, con las Palabras de Jesús, inspiradas por el Espíritu. Y muchas veces digo: lean un pasaje del Evangelio, tengan un Evangelio pequeño, de bolsillo y llevémoslo con nosotros aprovechando los momentos favorables. El sacerdote y poeta Clemente Rebora, hablando de su conversión, escribía en el diario: «¡Y la Palabra acalló mis habladurías!» (Curriculum vitae). La Palabra de Dios silencia nuestra palabrería superficial y nos hace decir palabras serias, palabras bellas, palabras alegres. «¡Y la Palabra acalló mis habladurías!». Escuchar la Palabra de Dios silencia las habladurías. He aquí cómo dar espacio en nosotros a la voz del Espíritu Santo. Y, además, en la Adoración – no olvidemos la oración de adoración en silencio –, especialmente la sencilla, silenciosa, como es la adoración. Y allí, decir dentro de nosotros palabras buenas, decirlas al corazón para poder decirlas a los demás, después, los unos a los otros. Y así se ve que vienen de la voz del Consolador, del Espíritu.

Queridos hermanos y hermanas, leer y meditar el Evangelio, orar en silencio, decir palabras buenas, no son cosas difíciles, no, todos podemos hacerlas. Es más fácil que insultar, enfadarse… Y entonces, nos preguntamos: ¿qué lugar tienen estas palabras en mi vida? ¿Cómo puedo cultivarlas, para ponerme mejor a la escucha del Espíritu Santo y volverme un eco para los demás?

Que María, presente en Pentecostés con los Apóstoles, nos haga dóciles a la voz del Espíritu Santo.

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