EL PADRE NOS HA CREADO, EL HIJO NOS HA SALVADO Y EL ESPÍRITU SANTO NOS ACOMPAÑA: HOMILÍA DEL PAPA EN LA MISA DE LA 1ª JORNADA MUNDIAL DE LOS NIÑOS (26/05/2024)

Este 26 de mayo, en la Solemnidad de la Santísima Trinidad y celebración de la 1ª Jornada Mundial de los Niños, el Papa Francisco dedicó su homilía para explicar con palabras sencillas a los niños, el significado de esta Solemnidad. El Santo Padre recordó que el Padre nos creó a todos y nos ama mucho; el Hijo nos salvó y perdona todo y el Espíritu Santo nos acompaña en la vida y nos dice lo bueno que debemos hacer. Compartimos a continuación, el texto improvisado de su homilía, traducido del italiano:

Queridos niños, queridas niñas, estamos aquí para orar, para orar juntos, para pedir a Dios. ¿De acuerdo? ¿Están de acuerdo con esto? ¿Sí? Y nosotros oramos a Dios: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. ¿Cuántos “dioses” son? Uno en tres personas: el Padre que nos creó a todos, que nos ama mucho y cuando oramos a Dios Padre, ¿cuál es la oración?, ¿cuál es la oración que todos rezamos? [Los niños responden: “el Padre Nuestro”].

Pidamos siempre a Dios, que es Padre Nuestro, que nos acompañe en la vida y que nos haga crecer. Y, ¿cómo se llama el Hijo? ¿Cuál es el nombre del Hijo? [Los niños responden: “Jesús”]. ¡No oigo bien! Es Jesús, pidamos a Jesús para que nos ayude, para que esté cerca de nosotros. Y también cuando comulgamos recibimos a Jesús y Jesús nos perdona todos los pecados. ¿Es verdad esto, que Jesús perdona todo? [Los niños responden: “Sí”]. No se oye, ¿qué sucede? ¿Es verdad? ¡Sí! ¿Pero siempre perdona todo? [Los niños responden: “Sí”]. ¿Siempre, siempre, siempre? [Los niños responden: “Sí”]. Y si hay un hombre o una mujer, pecador, pecador, pecador, con tantos pecados, ¿Jesús los perdona? [Los niños responden: “Sí”]. ¿Perdona también al más terrible de los pecadores? [Los niños responden: “Sí”]. Sí. No se olviden de esto: Jesús perdona todo y perdona siempre, y nosotros debemos tener la humildad de pedir perdón. “Perdóname, Señor, me he equivocado. Soy débil. La vida me ha puesto en dificultad, pero tú lo perdonas todo. Yo quisiera cambiar de vida y tú ayúdame”. Pero no oí bien, ¿es verdad que perdona todo? [Los niños responden: “Sí”]. Muy bien, no se olviden de esto.

El problema es: ¿quién es el Espíritu Santo? No es fácil, porque el Espíritu Santo es Dios, está dentro de nosotros. Nosotros recibimos el Espíritu Santo en el Bautismo, lo recibimos en los Sacramentos. El Espíritu Santo es el que nos acompaña en la vida. Pensemos esto y digámoslo juntos: “El Espíritu Santo nos acompaña en la vida”. Todos juntos: “El Espíritu Santo nos acompaña en la vida”. Es Aquél que nos dice en el corazón las cosas buenas que debemos hacer. Otra vez: “El Espíritu Santo nos acompaña en la vida”. Es Aquél que cuando hacemos algo mal nos reprende por dentro. “El Espíritu Santo…”. Ya lo olvidaron, no escucho, ¡otra vez! “El Espíritu Santo nos acompaña en la vida”. El Espíritu Santo es el que nos da la fuerza, nos consuela en las dificultades. Juntos: “El Espíritu Santo nos acompaña en la vida”.

Así, queridos hermanos y hermanas, niños y niñas, estamos todos felices porque creemos. La fe nos hace felices. Y creemos en Dios que es “Padre, Hijo y Espíritu Santo”. Todos juntos: “Padre, Hijo y Espíritu Santo”. El Padre nos creó, Jesús nos salvó, y el Espíritu Santo, ¿qué es lo que hace? [Responden: “El Espíritu Santo nos acompaña en la vida”].

Muchas gracias a ustedes, pero para estar seguros, los cristianos también tenemos una Madre, ¿cómo se llama nuestra Madre? ¿Cómo se llama nuestra Madre del cielo? [Los niños responden: “María”]. ¿Saben rezar a la Virgen? [Los niños responden: “Sí”]. ¿Seguro? Hagámoslo ahora, quiero escucharlos… [Los niños recitan el Ave María]. Muy bien chicos y chicas, muy bien niñas y niños, ustedes son estupendos. El Padre nos creó, el Hijo nos salvó y, ¿qué hacía el Espíritu Santo? [Responden: “El Espíritu Santo nos acompaña en la vida”]. ¡Excelente! Que Dios los bendiga, oren por nosotros, para que podamos seguir adelante, todos nosotros, oren por los padres, por los abuelos y por los niños enfermos. Aquí hay muchos niños enfermos detrás de mí. Oren siempre y sobre todo oren por la paz, para que no haya guerras. Ahora continuamos la Misa, pero para no olvidarnos, ¿qué hacía el Espíritu Santo? [Responden: “El Espíritu Santo nos acompaña en la vida”]. ¡Excelente! ¡Adelante!

Saludo del Santo Padre al final de la Celebración Eucarística, después del Ángelus

Queridos niños, queridas niñas, la Misa ha terminado, pero hoy hablamos de Dios, de Dios Padre que creó el mundo, de Dios Hijo que nos redimió y de Dios Espíritu Santo, pero ¿qué hacía el Espíritu Santo? No me acuerdo... [los niños responden: nos acompaña en la vida] No escucho bien...; [los niños responden: nos acompaña en la vida] Nos acompaña en la vida. Ahora todos juntos oramos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo: “Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén”. Ahora nos vamos, saluden a sus padres, a sus amigos, pero sobre todo vieron que cuando trajeron el pan y el vino, había niños y también había un abuelo: ¡saluden a los abuelos! ¿De acuerdo? ¡Y un aplauso para los abuelos! ¡Muchas gracias! Y quisiera agradecer a quienes organizaron esto, al Padre Enzo Fortunato que hizo tanto, al Comandante Cagnoli y a todos los que los ayudaron. Queridos niños y niñas, ¡hasta la próxima!

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