El Papa Francisco presidió, este 6 de enero, la Misa de la Solemnidad de la Epifanía del Señor en la Basílica Vaticana y subrayó que Dios vino al mundo para encontrarse con hombres y mujeres de todas las etnias y lenguas y que nos llama a
“prohibir cualquier forma de selección, marginación y descarte de las personas”. El Pontífice exhortó a la fraternidad y a ser luz y signo de esperanza para los demás y añadió que
“Dios no se revela a círculos exclusivos ni a pocos privilegiados”, sino que vino para todos.
Comentarios