OCTAVARIO DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS 2025 - DÍA 7
UN VIAJE A TRAVÉS DEL CREDO DE NICEA – DÍA 7
El Bautismo en la Muerte y Resurrección del Señor
Inicia este momento de oración leyendo los siguientes textos de la Sagrada Escritura:
Miqueas 7, 18-19
Salmo 51, 3. 7. 10. 12
Mateo 28, 16-20
De la tradición griega
¡Tales son la grandeza y el poder de la fe en Cristo, tanta la majestad de su gracia! De modo semejante a como el fuego, en contacto con mineral aurífero, al momento saca oro de él, así e incluso más, el bautismo hace que las criaturas de arcilla que son por él lavadas, al descender sobre sus almas el Espíritu Santo en forma de fuego como aquella otra vez, destruya la vieja imagen plasmada en la arcilla y cree otra nueva, celestial, espléndida y refulgente como el oro recién salido del crisol.
– Juan Crisóstomo [c. 350-407], Homilía sobre el Evangelio de San Juan, X,2
De la tradición siríaca
El Hijo de Dios descendió del cielo, se hizo hombre y del abismo te rescató, de manera que llegaras a ser hijo de Dios. Él se convirtió en tu hermano en el seno pleno de santidad y te hizo su hermano en el seno del bautismo. [...] Él te hizo un hijo de Dios, con él, en el agua, así, el Unigénito adquiere hermanos por el segundo nacimiento. Él mismo, en un segundo nacimiento, se hizo hombre, y por esa segunda generación te hizo hijo para Dios.
– Jacob de Sarug [c. 451-521], Discurso 10
De la tradición latina
Hombre, no te atrevías a levantar tu rostro al cielo, dirigías tus ojos a la tierra, y de golpe, recibiste la gracia de Cristo [...]. Por tanto, eleva tus ojos al Padre que te engendró por el bautismo, al Padre que te redimió por el Hijo, y dile: «Padre nuestro».
– Ambrosio de Milán [c. 337-397], Los sacramentos, V, 19
Oración
Dios, Padre nuestro, te alabamos y bendecimos tu nombre.
Acepta nuestra acción de gracias por la unidad que los cristianos ya disfrutan
en la confesión de Jesús el Señor.
Te suplicamos que apresures el día en que nuestras Iglesias
se reconozcan mutuamente en plenitud en la comunión que deseas,
por la que tu Hijo oró.
Te lo pedimos por el poder del Espíritu Santo.
AMÉN.
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