NOS ENFRENTAMOS A CAMBIOS DE ÉPOCA: PALABRAS DEL PAPA A MIEMBROS DE LA RED FILANTRÓPICA CATÓLICA (11/11/2024)
Señoras y señores, queridos amigos:
Me alegra darles la bienvenida a ustedes, miembros de la Red Filantrópica Católica, en ocasión de su peregrinación, simposio y retiro en la Ciudad Eterna. Espero que estos días de reflexión y oración junto a las tumbas de los Apóstoles y los Mártires aumenten su amor por la Iglesia y su dedicación a la difusión del Evangelio, al servicio del Reino de Cristo, Reino de santidad, de justicia y paz.
Recientemente, como saben, la Iglesia ha estado comprometida en un proceso de reflexión sobre su naturaleza de comunidad “sinodal”, fundada en nuestra común dignidad de bautizados y en la corresponsabilidad de su misión; y esto mientras afrontamos un momento de cambio de época, con sus consecuencias para el futuro de la familia humana. Estoy particularmente agradecido por el apoyo que dan a las oficinas de la Santa Sede, que tratan de discernir los signos de los tiempos y ayudar a la Iglesia universal a responder con sabiduría, caridad y visión de largo plazo a las necesidades y desafíos del presente. Al mismo tiempo, les agradezco su apoyo silencioso a tantas iniciativas que enriquecen la vida y el apostolado de la Iglesia en Estados Unidos. Gracias, muchas gracias.
Como “red”, FADICA es sinodal por naturaleza, contando con la visión común, dedicación y cooperación de muchas personas, muchas familias y fundaciones. Les pido que este espíritu de solidaridad y generoso interés por los demás esté siempre alimentado por un sentido de gratitud por los abundantes dones que el Señor nos ha concedido, y por una experiencia cada vez más viva del poder transformador de su amor. Porque el amor siempre transforma, cambia las cosas, transforma.
Los encomiendo a todos a este amor que todos llevamos dentro y que debemos hacer salir, amor revelado en el Sacratísimo Corazón del Salvador, y pido para que ustedes y todos los miembros de la Catholic Philanthropy Network sigan «viviendo la alegría de intentar comunicar el amor de Cristo a los demás» (Carta enc. Dilexit nos, 216). Los bendigo a ustedes y a sus familias; y, por favor, no se olviden de orar por mí. Oren por mí, ¡pero oren for, no against, for!
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