EL BIEN COMÚN ES A MENUDO IGNORADO EN LOS HECHOS: MENSAJE DEL PAPA A PARTICIPANTES EN ENCUENTRO SOBRE EL BIEN COMÚN (14/11/2024)

El Papa Francisco envió un mensaje, este 14 de noviembre, a los participantes en un encuentro sobre el bien común organizado por la Pontificia Academia para la Vida que, desde hace 30 años, defiende y promueve el valor de la vida y la dignidad humanas. El Santo Padre subrayó la necesidad de buscar la justicia en «toda defensa de la vida humana». Para él, «es muy importante recordar el bien común, una de las piedras angulares de la Doctrina Social de la Iglesia». Reproducimos a continuación el texto de su mensaje, traducido del italiano:

Me alegra mucho extender mi cordial saludo a todos los participantes en el encuentro “Bien común: teoría y práctica”, organizado por la Pontificia Academia para la Vida.

Dentro de las múltiples reflexiones sobre el tema del bien común, el encuentro es particularmente significativo por al menos dos motivos.

El primero es que es promovido por la Pontificia Academia para la Vida. Si se desea realmente proteger la vida humana en todo contexto y situación, no se puede prescindir de colocar los temas de la vida, incluso los más clásicos del debate bioético, en el contexto social y cultural en el que tales fenómenos ocurren. Una defensa de la vida que se limita sólo a algunos aspectos o momentos y que no tiene en cuenta de manera integral todas las dimensiones existenciales, sociales y culturales, corre el riesgo de ser ineficaz y puede caer en la tentación de un enfoque ideológico, en donde se defienden más los principios abstractos que a las personas concretas. La búsqueda del bien común y de la justicia son aspectos centrales e imprescindibles de cualquier defensa de toda vida humana, sobre todo las más frágiles e indefensas, en el respeto de todo el ecosistema que habitamos.

El segundo motivo que quisiera subrayar es que en este evento estarán presentes dos mujeres con responsabilidades y orígenes distintos. Necesitamos en la sociedad, así como en la Iglesia, escuchar voces femeninas; necesitamos que distintos saberes cooperen en la elaboración de una reflexión amplia y sabia sobre el futuro de la humanidad; necesitamos que realmente todas las culturas mundiales puedan ofrecer su contribución y expresar necesidades y recursos. Sólo así podemos “pensar y generar un mundo abierto”, como lo he deseado en el Capítulo tercero de mi Encíclica Fratelli tutti.

En referencia a esta Encíclica, deseo remarcar que la fraternidad universal es, en cualquier forma, una manera “personal”, cálida, de entender el bien común. No es simplemente una idea, un proyecto político y social, más bien es una comunión de rostros, de historias, de personas. El bien común es ante todo una práctica, hecha de acogida fraterna y búsqueda común de la verdad y la justicia. En nuestro mundo marcado por tantos conflictos y enfrentamientos que son fruto de la incapacidad de alzar la mirada más allá de los intereses particulares, es de gran importancia recordar el bien común, una de las piedras angulares de la Doctrina Social de la Iglesia. Necesitamos sólidas teorías económicas que asuman y desarrollen este tema en su específico, para que pueda convertirse en un principio efectivamente inspirador de las decisiones políticas (como señalé en mi Encíclica Laudato Si’) y no solamente en una categoría muy invocada en las palabras, pero desatendida en los hechos.

De corazón los bendigo a todos, pidiendo, por favor, que oren por mí.

Ciudad del Vaticano, 12 de noviembre 2024

FRANCISCO

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