NO RESPETAR LOS VALORES RELIGIOSOS CONDUCE A LA INTOLERANCIA EN EL MUNDO: PALABRAS DEL PAPA A PARTICIPANTES EN CONFERENCIA INTERRELIGIOSA (30/11/2024)

En su discurso de este 30 de noviembre en la Sala Clementina, a los participantes en el centenario de la primera Conferencia «Todas las Religiones», promovida por el Sree Narayana Dharma Sanghom Trust, el Papa Francisco celebró la figura de su primer organizador, Sree Narayana Guru. « La falta de respeto por las nobles enseñanzas de las religiones es una de las causas de la atribulada situación en la que se encuentra hoy el mundo», dijo el Santo Padre en su discurso, cuyo texto reproducimos a continuación, traducido del italiano:

Estimado Swamis de Sivagiri Mutt y seguidores de Sree Narayana Guru, queridos amigos:

Con gusto le doy la bienvenida a todos ustedes, pertenecientes a distintas tradiciones religiosas, que han venido desde Kerala y otras partes del mundo para celebrar el centenario de la primera “Conferencia de todas las religiones” organizada por el guía espiritual y reformador social Sree Narayana Guru. Me alegra saber que participarán en un Congreso Interreligioso organizado – con el apoyo del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso –para conmemorar este importante evento en la historia del diálogo interreligioso en India y Asia. El tema elegido para el Congreso, «Religiones unidas para una mejor humanidad», es realmente muy actual e importante para nuestros tiempos.

Sree Narayana Guru dedicó su vida a promover el rescate social y religioso con su claro mensaje de que todos los seres humanos, independientemente de su etnia o sus tradiciones religiosas y culturales, son miembros de la única familia humana. Insistió en el hecho de que no debe existir discriminación contra nadie, de ninguna forma y a ningún nivel. Su mensaje es muy adecuado para nuestro mundo de hoy, donde asistimos a crecientes casos de intolerancia y odio entre pueblos y naciones. Por desgracia, manifestaciones de discriminación y exclusión, tensiones y violencia basadas en las diferencias de origen étnico o social, raza, color, lengua y religión son una experiencia cotidiana para muchas personas y comunidades, sobre todo entre los pobres, los indefensos y los que no tienen voz.

En el Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común, que firmé junto con el Gran Imán de Al-Azhar Ahmad Al-Tayyeb, afirmamos que Dios «ha creado a todos los seres humanos iguales en sus derechos, deberes y su dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre ellos» (Abu Dhabi, 4 de febrero 2019). Todas las religiones enseñan la verdad fundamental de que, como hijos del único Dios, debemos amarnos y honrarnos uno al otro, respetar las diversidades y diferencias en un espíritu de fraternidad e inclusión, cuidando unos de otros, así como de la tierra, nuestra casa común. La falta de respeto a las nobles enseñanzas de las religiones es una de las causas de la atribulada situación en la que el mundo se encuentra hoy. Nuestros contemporáneos redescubrirán el valor de las altas enseñanzas de las tradiciones religiosas solo si todos nos esforzamos por vivirlas y cultivar relaciones fraternas y amigables con todos, con el único objetivo de fortalecer la unidad en la diversidad, ha asegurar una convivencia armoniosa entre las diferencias y ser constructores de paz, a pesar de las dificultades y desafíos que debemos enfrentar.

Como seguidores de nuestras respectivas tradiciones religiosas, deberíamos siempre cooperar con todas las personas de buena voluntad en la promoción de «una cultura de respeto, dignidad, compasión, reconciliación y solidaridad fraterna» (Declaración conjunta de Istiqlal, 5 de febrero 2024). De esta manera, podemos contribuir a vencer la cultura del individualismo, de la exclusión, de la indiferencia y la violencia que desafortunadamente está difundiéndose. Recurriendo a las verdades espirituales y valores que tenemos en común, podemos caminar y trabajar juntos para construir una mejor humanidad, permaneciendo firmemente arraigados a nuestras creencias y convicciones religiosas.

Queridos amigos, les agradezco por su presencia y su compromiso en dialogar y comprenderse entre seguidores de distintas religiones. Asegurándoles mi oración, les pido, por favor, que me recuerden en las suyas. Gracias.

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