SE HAN DADO PASOS ADELANTE PERO EL TIEMPO SE AGOTA: COMUNICADO DE LA SANTA SEDE SOBRE LA COP26 (11/11/2021)
La Delegación de la Santa Sede llevó las preocupaciones del Papa Francisco acerca de nuestra casa común ante los participantes de la COP26, haciendo énfasis en el rostro humano de la crisis climática, su impacto en los más pobres y en aquellos que lo han provocado en menor grado.
Los ambiciosos compromisos hechos por los Estados para limitar el aumento de la temperatura global promedio a 1.5 °C por arriba de los niveles preindustriales y de proveer a los necesitados los recursos financieros para hacerlo son prometedores y de hecho esenciales para la supervivencia de las comunidades más vulnerables.
La Delegación de la Santa Sede aprecia los compromisos que los Estados han hecho en sus promesas. Mientras que aún hay mucho por hacer, es importante ser proactivos en encontrar formas efectivas para implementar las promesas realizadas.
Durante estas dos semanas, han surgido varios “huecos” en los campos de mitigación, adaptación y financiamiento. Los recursos que se han hecho disponibles para estos tres aspectos, que son fundamentales para lograr los objetivos del Acuerdo de París, necesitarán ser fortalecidos y renovados para alcanzar tales metas. La Santa Sede espera que la COP26 pueda llegar a un acuerdo sobre una hoja de ruta clara para cerrar esos huecos pronto, con los países desarrollados como líderes.
El tema de la pérdida y el daño es particularmente crítico para aquellas comunidades que son más vulnerables al cambio climático, como también fue reconocido en el Llamado conjunto de líderes religiosos y científicos del 4 de octubre. El Papa Francisco claramente hizo énfasis en la deuda ecológica y la solidaridad que los países industrializados le deben a los pobres (Laudato Si’, n. 51 y 52).
La Delegación de la Santa Sede espera que las decisiones finales de esta Conferencia puedan estar inspiradas por un genuino sentido de responsabilidad hacia las generaciones presentes y futuras, así como por el cuidado de nuestra casa común, y que estas decisiones puedan realmente responder al grito de la Tierra y el grito de los pobres (Laudato Si’, n. 49). “El tiempo se está acabando: está ocasión no debe ser desperdiciada” (Carta del Papa Francisco a los Católicos de Escocia).
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