CUIDADO DE LA CASA COMÚN Y FRATERNIDAD, CAMINOS PARA EL DESARROLLO INTEGRAL: MENSAJE DEL PAPA A PARTICIPANTES EN ENCUENTRO DE COMISIONES “JUSTICIA Y PAZ” DE LAS CONFERENCIAS EPISCOPALES (17/11/2021)

Compartimos a continuación el texto del mensaje del Papa Francisco, fechado el pasado 15 de noviembre, a los participantes en el encuentro promovido por las Comisiones “Justicia y Paz” de las Conferencias Episcopales de todo el mundo que se reúnen por video conferencia, este 17 de noviembre y mañana, para reflexionar sobre su papel “en la era (post) COVID”, analizando “los desafíos actuales y las perspectivas de futuro a la luz de las Encíclicas Laudato si’ y Fratelli tutti”. Lo transcribimos, traducido del italiano:

Queridos hermanos y hermanas:

Con placer les dirijo mi saludo y con el deseo de un buen trabajo. Agradezco al Card. Turkson y a los colaboradores del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral por haberlos convocado, aunque sea a distancia, a compartir experiencias, valoraciones y propuestas, en esta fase de crisis global, a la luz de las Encíclicas Laudato si’ y Fratelli tutti.

Nuestro pensamiento se dirige espontáneamente a San Pablo VI, que poco después de la conclusión del Concilio Vaticano II instituyó la Comisión Pontificia Iustitia et Pax, y a San Juan Pablo II, que la reformó en el Pontificio Consejo de la Justicia y la Paz. En su encíclica Populorum Progressio (1967) —de actualidad impresionante— el Papa Montini, después de haber desarrollado una reflexión orgánica sobre el desarrollo integral de la humanidad, llega a la conclusión de que este concepto se puede considerar «el nuevo nombre de la paz» (n. 76). Coherentemente con tal perspectiva, el Dicasterio al que he confiado la misión de servir al desarrollo humano integral ha asumido «la solicitud de la Santa Sede en cuanto se refiere a la justicia y la paz» (Estatuto, art. 1).

Estoy seguro de que estos dos santos Pontífices, con su intercesión, siguen acompañando su trabajo, en las muchas Comisiones de Justicia y Paz de las Conferencias Episcopales de todo el mundo. Tales Comisiones realizan un servicio indispensable, en el ámbito de la pastoral social de las Iglesias locales. De hecho, tienen la tarea de difundir y hacer conocer la Doctrina Social de la Iglesia, trabajando activamente por la protección de la dignidad de la persona humana y sus derechos, con una opción preferencial por los pobres y los últimos. De este modo, contribuyen a hacer crecer la justicia social, económica y ecológica, y a construir la paz.

Al llevar a cabo esta misión, pueden inspirarse ampliamente en las encíclicas Laudato si’ y Fratelli tutti, esforzándose por conjugarlas según las distintas situaciones locales, en los diferentes contextos continentales, regionales y nacionales. En efecto, en cualquier parte del mundo el desarrollo integral y, por tanto, la justicia y la paz, sólo pueden construirse a través de estas dos vías: el cuidado de la casa común, y la fraternidad y la amistad social. Dos caminos que se originan en el Evangelio de Cristo, pero sobre las que podemos caminar junto a muchos hombres y mujeres de otras confesiones cristianas, de otras religiones e incluso sin una determinada pertenencia religiosa.

Por tanto, los animo a seguir adelante con este trabajo con esperanza, determinación y creatividad. Lo hago sabiendo bien qué desafiante es el contexto actual, caracterizado por la crisis sanitaria y social debida a la pandemia de COVID-19, y por viejos y nuevos focos de conflicto, mientras se tiende a retroceder respecto a los compromisos asumidos tras las inmensas tragedias del siglo pasado.

La crisis actual ha revelado numerosas contradicciones del sistema económico y político, mientras que persisten desafíos no resueltos que requieren el esfuerzo conjunto de muchos actores. Los exhorto, por tanto, a enfrentar tales cuestiones también en colaboración con otras realidades eclesiales y civiles —locales, regionales e internacionales— comprometidas con la promoción de la justicia y la paz.

Queridos hermanos y hermanas, encomiendo a cada uno de ustedes, a sus colaboradores y familiares, a la maternal protección de María Santísima, Reina de la Paz, y de corazón les imparto la Bendición Apostólica.

Roma, San Juan de Letrán, 15 de noviembre 2021, Memoria de San Alberto Magno.

Francisco

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