DEN JUNTOS UNA PATADA A LA EXCLUSIÓN: PALABRAS DEL PAPA A LOS PARTICIPANTES EN EL JUEGO AMISTOSO DE FÚTBOL “FRATELLI TUTTI” (20/11/2021)
Queridos amigos Rom, queridos hermanos y hermanas:
He recibido con alegría la propuesta de la World Rom Organization de jugar un partido de fútbol aquí, en Roma, con un “equipo del Papa”, que no son los Cardenales: es decir un equipo del Vaticano.
En efecto, el equipo con el cual – y no “contra” el cual – jugarán mañana representa un estilo de pasión deportiva vivida con solidaridad y gratuidad, con espíritu amateur e inclusivo. Jugarán junto a algunos guardias suizos, a sacerdotes que trabajan en oficinas de la curia romana, a trabajadores del Vaticano y a algunos de sus hijos.
En el campo – con la playera que lleva escrito “Fratelli tutti” – estará también un joven jugador con síndrome de Down, perteneciente a las “olimpiadas especiales”, y también tres migrantes. Ellos, después de un camino marcado por abusos y violencia, que los ha visto pasar desde el campo griego en Lesbos y después a Italia, han sido recibidos por la Comunidad de San Egidio y están viviendo una experiencia de integración. ¡Gracias a todos por haber aceptado formar parte del equipo del Papa! Es un equipo donde no hay barreras y que hace de la inclusión la simple normalidad. Hace de la inclusión la simple normalidad: esto es claro. Agradezco al Pontificio Consejo de la Cultura, al Cardenal Ravasi, por esta acción concreta de testimonio en el mundo del deporte, sobre todo a través de “Athletica Vaticana”, que vive cada día esta misión de servicio entre las mujeres y los hombres deportistas.
Queridos amigos Rom, conozco bien su historia, su realidad, sus miedos y sus esperanzas. Por esta razón animo con particular afecto el proyecto “Una patada a la exclusión”, impulsado por la Diócesis de Roma, para que este partido no quede sólo como un momento aislado. Saludo a Monseñor Ambarus, Obispo auxiliar que se ocupa precisamente de la pastoral entre los Rom, acompañado por los jóvenes del oratorio de la Parroquia de San Gregorio Magno en Magliana. Gracias también a ustedes, jóvenes, y felicidades porque sé que mañana serán los primeros en salir al campo para un partido previo con sus compañeros de Lazio. Y gracias a la sociedad de Lazio que, gentil y generosamente, recibe y apoya esta iniciativa.
El pasado 14 de septiembre en Košice, en Eslovaquia, visité a la comunidad Rom. invité a pasar de los prejuicios al diálogo, de la cerrazón a la integración. Después de haber escuchado los testimonios de algunos miembros de la comunidad – historias de dolor, de rescate y de esperanza –, recordé a todos que «ser Iglesia es vivir como convocados por Dios, es sentirse titulares en la vida, formar parte del mismo equipo». Utilicé precisamente estas expresiones, retomadas del lenguaje futbolístico, que se adaptan muy bien también al sentido de su partido. Muchas veces, decía al pueblo Rom de Košice, los Rom han «sido objeto de preconceptos y de juicios impetuosos, de estereotipos discriminatorios, de palabras difamatorias. Con ello todos nos hemos convertido en más pobres de humanidad».
Por eso, el evento deportivo al que darán vida tiene un gran significado: indica que el camino para la convivencia pacífica es la integración. Y la base es la educación de los niños. Queridos amigos Rom, sé que en Croacia dan vida a muchas iniciativas deportivas de inclusión, para ayudar al conocimiento recíproco y la amistad. ¡Es un signo de esperanza! Para que los grandes sueños de los niños no se golpeen contra nuestras barreras. Los niños, todos los niños, tienen el derecho de crecer juntos, sin obstáculos y sin discriminaciones. Y el deporte es un lugar de encuentro y de igualdad, y puede construir comunidad a través de puentes de amistad.
¡Les agradezco por esta visita! les deseo un buen partido. No importa quién hará más goles, porque el gol decisivo lo hacen juntos, el gol que hace vencer a la esperanza y da una patada a la exclusión. ¡Gracias a todos!
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