CONSTRUIR PUENTES ENTRE LOS HOMBRES: MENSAJE DEL PAPA POR EL 75º. ANIVERSARIO DE LA UNESCO (13/11/2021)

Publicamos a continuación el texto del mensaje, traducido del francés, que el Santo Padre Francisco envió a la Directora General de la UNESCO, S.E. la Sra. Audrey Azoulay, cuyo texto fue leído la tarde del 12 de noviembre por el Card. Secretario de Estado Pietro Parolin, con motivo de la celebración del 75to. Aniversario de fundación de la UNESCO:

A la Sra. Audrey Azoulay
Directora General de la UNESCO

Con alegría me uno a la celebración del 75º aniversario de la UNESCO. Esta no es solo una oportunidad para recordar la entrada en vigencia de la Constitución, sino sobre todo para escuchar nuevamente el proyecto fundamental de “contribuir al mantenimiento de la paz y la seguridad fortaleciendo, a través de la educación, la ciencia y la cultura, la colaboración entre las Naciones” (Art. 1 de la Constitución de la UNESCO). Era natural que la Iglesia católica se asociara a este gran proyecto, por el “vínculo orgánico y constitutivo que existe entre la religión en general y el cristianismo en particular, por un lado, y la cultura, por otro lado” (San Juan Pablo II, Discurso a la UNESCO n. 9, 2 de junio de 1980). Espero que esta colaboración permita desarrollar, no sólo el encuentro de culturas, sino también una verdadera “cultura del encuentro”. La construcción de puentes entre las personas a través de la educación y la cultura sólo se puede lograr teniendo en cuenta a la persona humana en su totalidad. Sin embargo, la Iglesia Católica da testimonio de la verdad que ha recibido sobre el hombre, su origen, su naturaleza y su destino: afirma que cada persona no se define primero por lo que posee, sino por lo que es, por la dignidad que Dios le confiere, por su capacidad de superarse a sí misma y crecer en humanidad. Al regocijarme por el trabajo ya realizado, espero que esta venerable Institución continúe promoviendo y apoyando una educación y una cultura que tenga en cuenta el desarrollo integral de cada persona, incluso en su dimensión espiritual fundamental. Con esta esperanza, les concedo a cada uno de ustedes, sus familias y sus colaboradores, mi Bendición.

FRANCISCO

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