EN TIERRA SANTA HAY DESTELLOS DE ESPERANZA: ÁNGELUS DEL 12/10/2025
Queridos hermanos y hermanas:
Antes de concluir la celebración, deseo dirigir mi caluroso saludo a todos ustedes, que se han reunido para orar en este gran “cenáculo” junto con María, la Madre de Jesús. Ustedes representan la multiforme realidad de las asociaciones, movimientos, comunidades animadas por la devoción mariana, que es propia de todo cristiano. Les agradezco y los exhorto a cimentar siempre su espiritualidad en la Sagrada Escritura y en la Tradición de la Iglesia.
Saludo a todos los grupos de peregrinos, en particular a los laicos agustinos de Italia y a la Orden Seglar de los Carmelitas descalzos.
En los últimos días, el acuerdo sobre el inicio del proceso de paz ha dado una chispa de esperanza en Tierra Santa. Animo a las partes implicadas a proseguir con valentía el itinerario marcado, hacia una paz justa, duradera y respetuosa de las legítimas aspiraciones del pueblo israelí y del pueblo palestino. Dos años de conflicto han dejado por todas partes muerte y escombros, sobre todo en el corazón de quien ha perdido brutalmente hijos, padres, amigos y todo lo que tenía. Con toda la Iglesia estoy cerca de su inmenso dolor. Hoy sobre todo a ustedes está dirigida la caricia del Señor, la certeza de que, incluso en la oscuridad más negra, Él permanece siempre con nosotros: «Dilexi te – Te he amado». A Dios, única Paz de la humanidad, le suplicamos que cure todas las heridas y ayude con su gracia a realizar lo que humanamente ahora parece imposible: redescubrir que el otro no es un enemigo, sino un hermano a quien mirar, perdonar, ofrecer la esperanza de la reconciliación.
Con dolor, en cambio, sigo las noticias de los nuevos, violentos ataques que han impactado varias ciudades e infraestructuras civiles en Ucrania, provocando la muerte de personas inocentes, entre ellas niños, y dejando a muchas familias sin electricidad ni calefacción. Mi corazón se une al sufrimiento de la población, que desde hace años vive en la angustia y entre privaciones. Renuevo el llamado a poner fin a la violencia, a parar la destrucción, a abrirse al diálogo y a la paz.
Estoy cerca del querido pueblo peruano en este momento de transición política. Pido para que Perú pueda continuar por el camino de la reconciliación, del diálogo y de la unidad nacional.
Hoy en Italia se recuerda a las víctimas de los accidentes laborales: oremos por ellos y por la seguridad de todos los trabajadores.
Y ahora dirijámonos a María con confianza filial.

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