Previamente a la oración del Ángelus de este 29 de junio, el Papa Francisco explicó que el Reino de Dios no es
“una caja fuerte o una habitación blindada”, sino que todos – lo repitió tres veces – pueden entrar en él. Se necesita paciencia, atención, constancia, humildad.
“La misión que Jesús confía a Pedro no es la de atrancar las puertas de la casa, permitiendo el acceso sólo a algunos huéspedes selectos”, dijo el Santo Padre.
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