TENGAN EL CORAJE DE SER USTEDES MISMOS: VIDEO MENSAJE DE LEÓN XIV A LOS JÓVENES AUSTRALIANOS (30/11/2025)
Mis queridos amigos:
Es con una inmensa alegría que los saludo hoy, jóvenes y sacerdotes, religiosos y obispos de todo el país, en ocasión del Festival Católico de la Juventud Australiana. Les aseguro mis oraciones para que el Señor bendiga sus actividades y haga de este un tiempo de gracia para todos los involucrados.
Ser joven es un tiempo maravilloso en la vida porque hay mucho que aprender y experimentar. Al mismo tiempo, hay muchos desafíos que enfrentar mientras buscan crecer y madurar su carácter dentro de un contexto social. Encontrar nuestro lugar en el mundo parece ser aún más difícil actualmente, ya que las sociedades están cambiando constantemente, los valores tradicionales son frecuentemente minusvalorados y la tecnología, mientras que contiene elementos positivos, también puede volvernos más aislados de los demás.
Como cristianos, antes de escuchar a nuestros amigos o a la cultura prevalente, debemos primero volvernos hacia Dios, nuestro Padre Celestial, quien, en el momento de nuestro bautismo, nos hizo a cada uno de nosotros su hijo o hija amados. Reflexionando sobre cómo nuestra relación fundamental con Dios da un verdadero sentido a nuestras vidas, el Papa Benedicto XVI dijo: «No somos un producto casual y sin sentido de la evolución. Cada uno de nosotros es el resultado de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es deseado, cada uno de nosotros es amado, cada uno de nosotros es necesario» [1]. Nuestras vidas, por tanto, encuentran su objetivo último en convertirse en quienes Dios quiso que fuéramos, en otras palabras, viviendo su voluntad en nuestras vidas.
Santa Catalina de Siena dijo una vez: «Sé quien Dios quiso que fueras e incendiarás al mundo» [2]. Podemos ver esta verdad en el brillante ejemplo de todos los santos, que demuestran lo que significa seguir la voluntad de Dios en sus vidas, cada uno en su propia y única manera. Podemos traer a la mente a nuestros dos nuevos jóvenes santos, Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati, a quienes recientemente canonicé. A Pier Giorgio se le recuerda por ser físicamente activo, bromeando con sus amigos y ayudando a los pobres. Mientras que a Carlo se le retrata de una forma más reservada y reverente, que quiso usar sus habilidades computacionales para promover el conocimiento de los milagros Eucarísticos en línea. Sin embargo, ambos tenían una profunda relación con Dios y buscaban hacer su voluntad en sus vidas; como resultado, podemos ver en sus fotografías que irradiaban una profunda alegría en sus ojos.
San Carlo Acutis dijo la famosa frase: «Todas las personas nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias». ¡No dejen que eso les suceda! Cada 1 de ustedes fue creado con una personalidad única, poseyendo diferentes fuerzas, debilidades, talentos y habilidades, y tienen un viaje de vida específico para vivir estas cualidades con alegría.
No busquen simplemente imitar a otros; en cambio, escuchen lo que Dios nos llama a ser y a hacer. En particular, estoy seguro que el Señor los está llamando a servirlo en el sacerdocio o la vida consagrada. ¡Por favor, tengan la valentía de decir “sí”!
Como saben, la única forma de escuchar la voz de nuestro Padre Celestial es hacernos más cercanos a Él, especialmente a través de la oración y los Sacramentos. Más aún, como con cualquier otra relación, para ser una mejor hija, hijo, hermano o hermana, tenemos que vivir esas relaciones con un mayor amor, compromiso y sacrificio. Inspírense en los santos que vivieron profundamente su identidad como hijos de Dios y siempre lo mantuvieron en el centro de sus vidas.
Finalmente, cuando vuelvan a su casa al final de este Festival de la Juventud, por favor recuerden que lo que aprenden y experimentan debería incorporarse en su discipulado diario. Al respecto, los animo a construir redes y amistades unos con otros y a trabajar juntos para construir el Reino de Dios en sus áreas locales. Como San Pablo nos enseña, el Cuerpo de Cristo está unido aún con sus distintos miembros, así que hay un lugar y una necesidad para cada uno de ustedes y para la contribución única que sólo ustedes pueden realizar (cf. 1 Cor 12, 14-20). Al mismo tiempo, nunca se desanimen cuando caigan en su discipulado, porque con la gracia de Dios – y encontrándolo en el Sacramento de la Confesión –este también puede convertirse en un momento de renovación y crecimiento en la santidad.
Mis queridos amigos, con estas breves palabras, y encomendándolos a la intercesión de María, Madre de la Iglesia, y de Santa Mary Mackillop, con gusto imparto a cada uno de ustedes mi afectuosa Bendición.
Y que la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre. Amén.
[1] Benedicto XVI. Homilía, Misa de inicio del Ministerio Petrino del Obispo de Roma, 24 de abril 2005.
[2] Santa Catalina de Siena. Carta a Stefano Maconi [1376] en: Santa Catalina de Siena vista desde sus cartas. Tr. Vida D. Soudder (1905).
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