CATEQUESIS JUBILAR DE LEÓN XIV: LA PAZ ES TOMAR POSICIÓN CUANDO SE PISOTEA LA DIGNIDAD HUMANA (22/11/2025)

Un fuego que, al encenderse, transforma el corazón y la vida, exhorta a «tomar posición», a esperar un cambio, a modificar la realidad transformando «la indignación en comunión y acción» para convertirse así en constructores de paz como la periodista Dorothy Day. Es el camino que el Papa León XIV trazó en la catequesis de la Audiencia Jubilar de este 22 de noviembre, Jubileo de los Coros y Conjuntos Corales. El fuego del que habla es el del amor de Dios que Jesús trae a la tierra y que enciende «el fuego del deseo en nuestros corazones». «De cierta manera – explicó el Pontífice –, Jesús nos quita la paz, si pensamos en la paz como una calma inerte», pero esa «no es la paz de Dios». Compartimos a continuación el texto completo de su catequesis, traducido del italiano:

Esperar es tomar posición. Dorothy Day

Queridos hermanos y hermanas, buenos días y bienvenidos:

Para muchos de ustedes, estar hoy en Roma es la realización de un gran deseo. Para quien vive una peregrinación y llega a la meta es importante recordar el momento de la decisión. Algo, al comienzo, se movió dentro de ustedes, quizá gracias a la palabra o la invitación de alguien más. Así, el señor mismo los tomó de la mano: un deseo y después una decisión. Sin eso, no estarían aquí. Es importante recordarlo.

Y es importante también lo que hace poco escuchamos del Evangelio: «A quien se le ha dado mucho, se le pedirá mucho; a quien se le ha confiado mucho, se le pedirá mucho más». Jesús se lo dice a los discípulos más cercanos, a los que más estaban con Él. Y también nosotros hemos recibido mucho en el camino vivido hasta aquí, hemos estado con Jesús y con la Iglesia y, aunque la Iglesia es una comunidad con límites humanos, hemos recibido mucho. Entonces, Jesús espera mucho de nosotros. Es un signo de confianza, de amistad. ¡Espera mucho, porque nos conoce y sabe que podemos!

Jesús ha venido a traer el fuego: el fuego del amor de Dios sobre la tierra y el fuego del deseo en nuestros corazones. De cierta manera, Jesús nos quita la paz, si pensamos en la paz como una calma inerte. Esa, sin embargo, no es la verdadera paz. A veces quisiéramos que nos “dejaran en paz”: que nadie nos moleste, que los demás dejen de existir. No es la paz de Dios. La paz que Jesús trae es como un fuego y nos pide mucho. Nos pide, sobre todo, tomar posición. Frente a las injusticias, las desigualdades, donde la dignidad humana es pisoteada, donde a los frágiles se les quita la palabra: tomar posición. Esperar es tomar posición. Esperar es entender en el corazón y mostrar con los hechos que las cosas no deben seguir como antes. Y también este es el buen fuego del Evangelio.

Quisiera recordar a una pequeña gran mujer americana, Dorothy Day, que vivió el siglo pasado. Tenía el fuego por dentro. Dorothy Day tomó posición. Vio que el modelo de desarrollo de su país no creaba para todos las mismas oportunidades, entendió que el sueño para muchos era una pesadilla, que como cristiana tenía que involucrarse con los trabajadores, con los migrantes, con los descartados por una economía que mata. Escribía y servía: es importante unir mente, tu corazón y manos. Eso es tomar posición. Escribía como periodista, es decir pensaba y hacía pensar. Escribir es importante. Y también leer, hoy más que nunca. Y además Dorothy servía alimentos, donaba vestidos, se vestía y comía como aquellos a los que servía: unía mente, corazón y manos. De esta forma esperar es tomar posición.

Dorothy Day involucró a miles de personas. Abrieron casas en muchas ciudades, en muchos barrios: no grandes centros de servicios, sino puntos de caridad y de justicia en los cuales es posible llamarse por su nombre, conocerse uno a uno y transformar la indignación en comunión y acción. Es así como son los constructores de paz: toman posición y asumen sus consecuencias, pero siguen adelante. Esperar es tomar posición, como Jesús, con Jesús. Su fuego es nuestro fuego. Que el Jubileo no reavive en nosotros y en toda la Iglesia.