QUE LOS ARTISTAS DEL CONCIERTO DE NAVIDAD SEAN “ÁNGELES DE PAZ”: PALABRAS DEL PAPA A ARTISTAS Y PROMOTORES DEL CONCIERTO DE NAVIDAD (14/12/2024)
Queridos hermanos y hermanas, bienvenidos:
Es hermoso comenzar el encuentro con una canción tan bella y con una voz tan bella. ¡Felicidades!
Saludo al Card. José Tolentino de Mendonça; los saludo a ustedes artistas, que hoy se presentarán en el Concierto de Navidad y también a la Fundación Gravissimum Educationis – Cultura para la Educación; a la organización Misiones Don Bosco, y a todos los que han colaborado para este evento.
Quisiera reflexionar brevemente con ustedes sobre dos valores importantes, a los que pienso ustedes pueden dar una valiosa contribución: la paz y la esperanza.
Primero: la paz. Es hermoso recordar, aquí con ustedes, cantantes y músicos, que en el nacimiento de Jesús, en el silencio de la noche, el himno de paz de «una multitud del Ejército celestial» (Lc 2, 13) llenó de alegría el cielo y la tierra. Y es precisamente así: la música, hablando de manera especial y directa al corazón del hombre, tiene una grandísima capacidad para crear unidad y favorecer la comunión. Los invito, por tanto, a ser también ustedes “ángeles de paz”, invirtiendo al máximo sus talentos en la promoción, con el arte y la vida, a donde quiera que vayan, de esa cultura de fraternidad y reconciliación que hoy más que nunca necesitamos tanto.
Y llegamos al segundo valor: la esperanza. Supe de la decisión de dedicar el concierto de hoy a este tema, hilo conductor de sus testimonios artísticas y también solidarios, en particular para apoyar a los misioneros salesianos, que trabajan en todo el mundo con los jóvenes. Eso los coloca en sintonía con el camino de toda la iglesia para el jubileo: “peregrinos de esperanza”.
La Navidad nos recuerda que la esperanza es ante todo don de Dios, y que como tal, «se basa en la fe y está alimentada por la caridad» (Bula de indicción del jubileo 2025 Spes non confundit, 3). Necesita por ello, por un lado, profundizar sus raíces en el terreno fértil de la comunión con el Señor y, por otro, crecer y florecer en decisiones concretas de amor, para ser capaces de llenar de sentido el presente abriendo nuevos horizontes para el mañana.
Paz y esperanza: esas son las dos voces del canto con el que los animo a llenar los caminos del mundo, para entregarlo al futuro, entregarlo a las futuras generaciones. Muchas personas esperan, en este sentido, un regalo de ustedes. Y pienso, de manera particular, en los jóvenes del Christmas Contest, a quienes hoy acompañan en el escenario, con un gesto que expresa un pacto virtuoso y sano entre las generaciones.
Amigos, el mundo y la Iglesia necesitan mucho su talento, sus ideas creativas, necesitan su capacidad de entregarse, su pasión por la justicia y la fraternidad. Por ello invocó en abundancia las bendiciones del señor sobre ustedes y sus seres queridos, deseándoles un buen concierto y ¡feliz Navidad! Y por favor, no se olviden de orar por mí. Gracias.
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