SEAN “REFUGIO DE PAZ”: PALABRAS DEL PAPA A LAS HERMANAS DE LA SAGRADA FAMILIA (04/12/2024)

El Papa Francisco recibió a las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret, este 4 de diciembre por la mañana, en la pequeña sala adjunta al Aula Pablo VI, con motivo del 150º aniversario de la Congregación. Oración y obras de caridad, para hacer de las comunidades religiosas «umbrales» a través de los cuales las familias «devastadas por la guerra y la violencia» puedan encontrar refugio, «esperanza y paz en Cristo Salvador», fue parte del mensaje que les dirigió y cuyo texto completo transcribimos a continuación, traducido del italiano:

Queridas hermanas, buenos días:

Me alegra recibirlas precisamente al inicio de las celebraciones del 150º aniversario de su Congregación. Espero que esta importante meta sea para ustedes motivo de gratitud con el señor por las muchas gracias recibidas durante su historia y también una ocasión para que cada una de ustedes se renueve espiritualmente en el gozo servicio al Señor.

Y es hermoso y propicio que su aniversario caiga al inicio del nuevo año litúrgico. El tiempo de Adviento, con su espera paciente, llena de esperanza en las promesas del Señor, puede servir como modelo para acrecentar nuestra confianza en la providencia de Dios. Pido por ello que sus festejos ayuden a los miembros de la congregación y a todos los que colaboran en sus distintas misiones a crecer en la confianza contemplación del Hijo de Dios encarnado, especialmente en el Santísimo Sacramento y en las personas a las que sirven.

Al mismo tiempo, su jubileo coincide felizmente con el Año Santo, en el que la iglesia entera está por ingresar. Los jubileos son momentos valiosos para hacer un balance de nuestra vida, ya sea como personas individuales o como comunidades. Son además ocasiones de reflexión, de recogimiento y escucha de lo que el Espíritu Santo hoy nos dice (cf. Ap 2, 7). Con el corazón abierto al encuentro «auténtico y personal con el Señor Jesús, la “puerta” (cf. Jn 10, 7-9) de nuestra salvación» (Spes non confundit, 1), que sus comunidades sean siempre como “umbrales” a través de los que las familias, que están en el centro de su carisma, puedan encontrar refugio, esperanza y paz en Cristo Salvador.

Y a este respecto, no podemos olvidar a las muchas familias devastadas por la guerra y la violencia, desplazadas de su propia casa o que huyen de su país. Que su oración y sus generosas obras de caridad manifiesten siempre el amor de Jesús, para que puedan ser signos de esperanza para quienes viven en todo tipo de dificultades.

Les aseguro mis oraciones, para que la Sagrada Familia de Nazaret siga siendo su modelo en cualquier iniciativa, e invoco de corazón sobre todas ustedes la bendición del Señor. Que su gracia sea su alegría. Y les pido, por favor, que oren por mí, ¡pero oren a favor, no en contra!


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