EL DIÁLOGO ES EL ELEMENTO MÁS IMPORTANTE PARA UNA FAMILIA: ÁNGELUS DEL 29/12/2024

Este 29 de diciembre, Fiesta de la Sagrada Familia, el Papa Francisco presidió la oración mariana del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico ante miles de fieles y peregrinos en la Plaza de San Pedro. El centro de la reflexión del Santo Padre giró alrededor de la siguiente pregunta y respuesta, planteadas por el Sumo Pontífice: “¿Saben por qué la Sagrada Familia de Nazaret es un modelo? Porque es una familia que dialoga, que habla. El diálogo es el elemento más importante para una familia”. Compartimos a continuación, el texto de su alocución, traducido del italiano:

Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz domingo!

Hoy festejamos a la Sagrada Familia de Nazaret. El Evangelio narra cuando Jesús, de unos 12 años, al final de la peregrinación anual a Jerusalén, fue perdido por María y José, que lo encontraron después en el Templo discutiendo con los doctores (cf. Lc 2, 41-52). El evangelista Lucas revela el estado de ánimo de María, que pregunta a Jesús: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo, angustiados, te buscábamos» (v. 48). Y Jesús le responde: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?» (v. 49).

Es una experiencia casi habitual de una familia que alterna momentos tranquilos con otros dramáticos. Parece la historia de una crisis familiar, una crisis de nuestros días, de un adolescente difícil y de dos padres que no logran comprenderlo. Detengámonos a mirar a esta familia. ¿Saben por qué la Familia de Nazaret es un modelo? Porque es una familia que dialoga, que se escucha, que habla. ¡El diálogo es un elemento importante para una familia! Una familia que no se comunica no puede ser una familia feliz.

Es hermoso cuando una madre no empieza con un reproche, sino con una pregunta. María no acusa ni juzga, sino que busca entender cómo acoger a este Hijo tan diferente a través de la escucha. A pesar de este esfuerzo, el Evangelio dice que María y José «no entendieron lo que les decía» (v. 50), una demostración de que en la familia es más importante escuchar que entender. Escuchar es dar importancia al otro, reconocer su derecho a existir y a pensar de manera autónoma. Los hijos necesitan esto. Piénsenlo bien, ustedes los padres, escuchen, ¡los hijos lo necesitan!

Un momento privilegiado de diálogo y escucha en la familia es el de la comida. Es hermoso estar juntos a la mesa y hablar. Esto puede resolver muchos problemas y, sobre todo, une a las generaciones: hijos que hablan con sus padres, nietos que hablan con sus abuelos... Nunca permanecer encerrado en sí mismo o, peor aún, con la cabeza en el celular. Esto no está bien…nunca, nunca esto. Hablar, escucharse, ¡este es el diálogo que hace bien y que hace crecer!

La Familia de Jesús, María y José es santa. Sin embargo, hemos visto incluso que los padres de Jesús no siempre entendían. Podemos reflexionar sobre esto, y no nos sorprendamos si a veces en la familia nos sucede que no nos entendemos. Cuando nos ocurra, preguntémonos: ¿nos hemos escuchado entre nosotros? ¿Afrontamos los problemas escuchándonos mutuamente o nos encerramos en el mutismo, a veces en el resentimiento, en el orgullo? ¿Nos tomamos un poco de tiempo para dialogar? Lo que hoy podemos aprender de la Sagrada Familia es la escucha recíproca.

Encomendémonos a la Virgen María y pidamos para nuestras familias el don de la escucha.

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