ACOGER A LOS MIGRANTES ESTÁ EN SINTONÍA CON EL EVANGELIO: PALABRAS DEL PAPA A LA ONG RESQ (11/12/2024)
Queridos hermanos y hermanas:
Con gusto les doy la bienvenida y me alegro con ustedes por la meritoria acción que realizan en favor de los migrantes que atraviesan el Mar Mediterráneo y de los que recorren el camino de los Balcanes. Gracias. En efecto, el salvamento de los que corren el riesgo de hundirse en miserables embarcaciones, así como la primera acogida de quienes llegan a Europa al final de largos viajes con peligros de todo tipo, es una obra más necesaria que nunca. La acción que persigue su organización tiene el objetivo de salvar vidas humanas: vidas de personas que huyen de lugares donde graves conflictos causan estragos, que a menudo desencadenan crisis humanitarias e implican también la violación de derechos humanos fundamentales.
Ante el drama de los migrantes forzados, que por desgracia a veces se vuelve tragedia, ustedes no se han quedado indiferentes, sino que se han preguntado: yo, nosotros, ¿qué podemos hacer? Ustedes no miran hacia otro lado. En la base de esta actitud está la convicción de que todo ser humano es único y su dignidad es inviolable, cualquiera que sea su nacionalidad, el color de la piel, la opinión política o la religión.
Por desgracia muchas veces no sucede así y muchas vidas son explotadas, rechazadas, abusadas, reducidas a la esclavitud. Y ante la vastedad y complejidad del fenómeno migratorio las autoridades civiles no siempre logran hacerle frente plenamente según sus responsabilidades.
Bienvenida entonces la acción de aquellos que no se limitan a observar las cosas, criticando desde lejos, sino que se involucran, ofreciendo un poco de su tiempo, de su ingenio y sus recursos para aliviar los sufrimientos de los migrantes, para salvarlos, acogerlos e integrarlos. El migrante debe ser acogido, acompañado, promovido e integrado. Esta generosidad, esta laboriosidad está en sintonía con el Evangelio, que invita a hacer el bien a todos y de manera especial a los últimos, a los más pobres, a los más abandonados, a los enfermos, a las personas en peligro.
Queridos amigos, queridas amigas, ¡sigan adelante! Que María, Ayuda de los migrantes, los asista en su obra. Los bendigo y los acompaño con la oración. Y también ustedes, por favor, oren por mí. Gracias.
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