HOY LA VIDA DE MUCHOS CARECE DE ESPERANZA, COMPARTAN LA ALEGRÍA Y LA FE: PALABRAS DEL PAPA A LA DELEGACIÓN ECUMÉNICA DE DRESDEN-MEIßEN (02/10/2024)
Guten Morgen! Querido hermano Obispo, querido Landesbischof, señora Ministro, señor alcalde, queridos hermanos y hermanas:
De corazón les doy mi bienvenida y agradezco al coro por el bellísimo canto, ¡gracias!
Hacer una peregrinación quiere decir ponerse en camino, a menudo hacia un santuario. Este camino se convierte en símbolo de propio recorrido de vida y de la gran meta final, que es dios mismo, como está bien expresado en el verso de la versión alemana del Te Deum que eligieron como lema de su viaje: „Auf dich hoffen wir allein!“, “Sólo en ti esperamos”.
Con su peregrinación, intentan – como han escrito – “redescubrir juntos y para los hombres de nuestro tiempo, los tesoros espirituales de peregrinar”. Sí, toda la riqueza de nuestra fe es un don, un don de Dios que recibimos no sólo para nosotros mismos, sino siempre también para los demás, para las personas a nuestro alrededor, incluidos aquellos que parecen lejanos de la fe, que aún no han escuchado hablar de Cristo, o que piensan que no hay nada importante que decir. Me parece que la vida de muchas personas hoy carece del significado, de la esperanza y la alegría que el mundo no puede dar. Por eso los exhorto a compartir el significado, la esperanza y la alegría de la fe con todos, con confianza y humildad.
El testimonio personal y creíble es lo que cuenta cuando se transmite la fe. Y como criterio de credibilidad, el Señor mismo menciona la unidad de sus discípulos y pide al Padre: “que todos sean uno, para que el mundo crea” (cf. Jn 17, 21). En nombre de la Iglesia, les agradezco por haber tomado en serio esta misión ecuménica de Jesús y por haber buscado realizarla con esta peregrinación común y, algo igualmente importante, en la vida de todos los días.
Me enteré que gran parte de su grupo está compuesto por voluntarios. Mi agradecimiento especial para ustedes, porque su servicio gratuito es un testimonio particularmente creíble.
Y también quisiera agradecerles a ustedes, los “Dresdner Kapellknaben”, por su especial testimonio. El arte en general, pero la música en particular, es un lenguaje que es entendido por todos y es capaz de interpelar, inspirar y elevar a las personas. Algunas cosas son difíciles de expresar con palabras, y esto es válido sobre todo para el misterio divino, que va mucho más allá de nuestros pensamientos y conceptos. Ha ahí porqué en las iglesias tenemos este rico simbolismo, que hace tangible y concreto lo indecible: las velas, el incienso, el arte y la música. Gracias por el maravilloso unísono, la armonía que encuentran las muchas voces y que nos recuerda la obra del Espíritu Santo, que une a muchos. ¡Gracias por su testimonio!
Queridos hermanos y hermanas, sigan trabajando juntos y dando testimonio de la esperanza que está en ustedes (cf. 1 Pe 3, 15). Recuerden las imágenes de la sal de la tierra y la luz del mundo, de la pequeña semilla; la Biblia está llena de estos ejemplos en los que algo pequeño y de poco valor puede crecer hasta ser algo grande con la gracia de Dios, algo muy grande y más hermoso de lo que nosotros los humanos habríamos podido realizar solos, con nuestras fuerzas. En octubre de 1989, tuvieron una idea cuando algunos cristianos protestantes y católicos en Dresden llegaron a enfrentarse con la policía. Fue como un milagro que no se haya disparado un solo balazo y que también en otras ciudades se haya abierto una vía pacífica que nadie habría pensado posible y que finalmente llevó al “milagro” de la unidad alemana. Mañana ustedes también celebrarán este evento en Roma.
Dirijámonos ahora juntos en oración a nuestro Padre celestial, con la oración que une a todos los cristianos. Con el Padre Nuestro pidamos todo lo que necesitamos para vivir, para nuestro peregrinar, al término del cual nuestra gran esperanza se realizará: la plena armonía en la comunión con Dios y entre nosotros. Oremos.
Unser Vater... [Padre Nuestro…]
Gott segne Sie alle, der Vater, der Sohn und der Heilige Geist. Und beten Sie für mich, diese Arbeit ist nicht einfach! Aber beten Sie für mich, nicht gegen mich! [Que Dios los bendiga a todos, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Y oren por mí, este trabajo no es fácil! ¡Pero oren por mí, no contra mí!]
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