NO SE PUEDE HACER POLÍTICA CON IDEOLOGÍA: PALABRAS DEL PAPA A INTEGRANTES DE LA FRATERNIDAD “CHEMIN NEUF” (16/05/2022)

El total es superior a la parte, y la realidad es superior al conflicto. Siempre hay que buscar la realidad y no perderse en el conflicto. Fueron éstas las indicaciones del Papa Francisco a los jóvenes de la Fraternidad Política “Chemin Neuf”, recibidos este 16 de mayo en audiencia en la Sala Clementina del Vaticano. El Santo Padre les ofreció un “programa de política en sentido cristiano” con tres verbos “guía”: encuentro, reflexión, acción. Reproducimos a continuación, el texto completo pronunciado por el Papa, traducido del italiano:

Queridos amigos:

Me alegra recibirles a ustedes, jóvenes miembros de la “Fraternidad Política” de Chemin Neuf. Cuando nos encontramos el año pasado habían encomendado a mi oración su participación en el evento Changemakers, en Budapest. Ahí tuvieron momentos de encuentro, de formación, pero también de acción, en asociaciones locales. El modo en que vivieron este evento me parece una buena puesta en práctica del verdadero significado de lo que es la política, especialmente para los cristianos. La política es encuentro, reflexión, acción.

La política es ante todo arte del encuentro. Ciertamente, este encuentro se vive acogiendo al otro y aceptando su diferencia, en un diálogo respetuoso. Como cristianos, sin embargo, hay algo más: ya que el Evangelio nos pide amar a nuestros enemigos (cf. Mt 5, 44), no puedo contentarme con un diálogo superficial y formal, como esos que son negociados a menudo de manera hostil entre partidos políticos. estamos llamados a vivir el encuentro político como un encuentro fraterno, sobre todo con aquellos que están menos de acuerdo con nosotros; y eso significa ver en aquél con quien dialogamos a un verdadero hermano, a un hijo amado de Dios. Este arte del encuentro inicia entonces con un cambio de mirada con respecto al otro, con un acoger y respetar sin condiciones su persona. Si tal cambio del corazón no ocurre, la política corre el riesgo de transformarse en un enfrentamiento a menudo violento para hacer triunfar las propias ideas, en una búsqueda de intereses particulares más que del bien común, contra el principio de que “la unidad prevalece sobre el conflicto” (cf. Evangelii gaudium, 226-230).

Desde el punto de vista cristiano, la política es también reflexión, es decir formulación de un proyecto común. Un hombre político del siglo XVIII, Edmund Burke, explicaba así a los electores de Bristol que no habría podido limitarse a defender sus intereses particulares, sino que más bien habría sido enviado, en su nombre, para elaborar con los demás miembros del Parlamento una visión para el bien de todo el país, para el bien común. Como cristianos, comprendemos que la política, más allá que a través del encuentro, nos hace avanzar con una reflexión común, en la búsqueda de este bien general, y no sencillamente con la confrontación de intereses contrastantes y a menudo opuestos. En resumen, “el todo es superior a la parte” (cf. ibid., 234-237). Y nuestra brújula para elaborar este proyecto común es el Evangelio, que aporta al mundo una visión profundamente positiva del hombre amado por Dios.

Finalmente, la política es también acción. Me alegra que su Fraternidad no se contenta con ser un espacio de debate y de intercambio, sino que los conduce también a un compromiso concreto. Como cristianos, necesitamos confrontar siempre a nuestras ideas con el espesor de lo real, si no queremos construir sobre la arena que antes o después termina por ceder. No olvidemos que “la realidad es más importante que la idea” (cf. ibid., 231-233). Y por tanto animo su esfuerzo en favor de los migrantes y de la ecología. Me enteré que algunos de ustedes han elegido vivir juntos en un barrio popular de París, para estar a la escucha de los pobres: ¡ esa es una manera cristiana de hacer política! No olviden estas líneas, que la realidad es más importante que la idea: no se puede hacer política con ideología. El todo es superior a la parte, y la unidad es superior al conflicto. Siempre busquen la unidad y no se pierdan en el conflicto.

Encuentro, reflexión, acción: aquí hay un programa de política en sentido cristiano. Pienso que ustedes ya hacen efectivamente experiencia de ello, especialmente en sus encuentros de la tarde de los domingos: es orando juntos al padre de quien todo procede, es imitando a Jesucristo, exponiendo sea la escucha del Espíritu Santo que su cuidado por el bien común adquiere una fuerza interior muy poderosa y estimulante. Porque es así que se practica la política como “la forma más alta de caridad” como la definió el Papa Pío XI.

Me detengo sobre algo que dijo este brasileño simpático: él habló de memoria, esperanza y asombro – ¿era así, verdad? Asombro: no es posible en la vida cristiana sin este asombro, sin el estupor. El asombro es lo que me hace sentir que estoy en Jesús, con Jesús. El asombro de ver la grandeza del Señor, la grandeza de su Persona, la grandeza de su programa, de escuchar la grandeza de las Bienaventuranzas como programa de vida. Y después esa otra palabra... memoria... Memoria, esperanza, asombro. El pasado, el futuro y el presente: no hay futuro sin presente, y no hay esperanza sin el asombro. Cultiven la oración con el Evangelio para sentir el asombro del encuentro con Jesucristo.

Mi oración les acompaña en este camino. Les agradezco por su escucha y les bendigo. Y, por favor, no se olviden de orar por mí.

Y ahora, todos juntos en oración, pidamos al Señor que nos bendiga. Señor Jesús, bendícenos a todos nosotros que trabajamos cerca de ti. Bendice nuestras ideas, bendice nuestros corazones, bendice nuestras manos. Amén.

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