CIELOS DE PAZ TAMBIÉN EN UCRANIA: PALABRAS DEL PAPA A MIEMBROS DE LA DIRECCIÓN NACIONAL DE AVIACIÓN CIVIL (13/05/2022)

En la audiencia celebrada este 13 de mayo, en el Aula Pablo VI, con los directivos y el personal de la Dirección Nacional de Aviación Civil, responsable de todos los controles de seguridad aérea en Italia, el Papa Francisco destacó que la aviación “ha contribuido al desarrollo del mundo” acercando a los pueblos distantes y dándoles a conocer los unos a los otros, rompiendo “las barreras nacionales”. Pero en ocasiones la aviación se utiliza “como instrumento de ofensa, de destrucción, de muerte”, como también “en esta terrible guerra de Ucrania”, marcada cada día por los bombardeos aéreos y ante esa situación, la esperanza de nuestros corazones es que “los cielos sean siempre y sólo cielos de paz”. Reproducimos a continuación el texto pronunciado por el Papa, traducido del italiano:

Queridos directivos y trabajadores de la Dirección Nacional de Aviación Civil, buenos días y bienvenidos:

Me alegro de encontrarles y de dirigir mi bienvenida a cada uno de ustedes, a sus familiares y a los representantes de sus socios internacionales. Agradezco al presidente por sus palabras, que evocaron las finalidades de la Dirección Nacional de Aviación Civil.

Ustedes forman parte del multiforme sector del transporte aéreo, que merece ser animado y apoyado, pues está entre uno de los más impactados por la pandemia. La Aviación Civil ha contribuido al desarrollo del mundo contemporáneo, acercando a pueblos lejanos entre sí y haciendo que se conozcan. Ustedes ponen al servicio de la sociedad profesionalismo y estructuras para garantizar la seguridad del vuelo y de los pasajeros, tanto durante las operaciones aeronáuticas como en tierra en el ámbito aeroportuario. Tales actividades, además de ser instrumento eficaz de regulación y control de los vuelos, ha asumido las características de un valioso bien social.

Con su trabajo, de hecho, ofrecen un servicio indispensable a la nación y a los ciudadanos, contribuyendo notablemente a desarrollar la vocación europea y mundial. Miles de pasajeros pueden llegar a otras ciudades y países, por trabajo, por turismo, por exigencias familiares, y así acercarse a distintas culturas y tradiciones. De esta forma, se favorece el conocimiento, colaboraciones e intercambios recíprocos en el ámbito cultural, económico y religioso. Qué importante es su trabajo para el desarrollo de estas relaciones humanas y sociales a nivel internacional. Ante la recurrente tentación de volver a erigir barreras nacionales, resalta aún más que su trabajo esté al servicio del encuentro y de la hermandad.

En estridente contraste con esta perspectiva están los casos en que la aviación se utiliza como instrumento de ofensa, de destrucción, de muerte. Lo estamos viendo desgraciadamente también en esta terrible guerra en Ucrania, marcada cotidianamente por bombardeos aéreos. Ante este desolador escenario, presiona más fuerte nuestro corazón la esperanza de que los cielos sean siempre y solamente cielos de paz, que se pueda volar en paz para estrechar y consolidar relaciones de amistad y de paz. La aviación es amistad y encuentro.

Una preocupación suya es también la de llevar a cabo programas adecuados con el fin de prevenir graves accidentes en los medios de transporte. Con este propósito, deseo que la Jornada Nacional “Para no olvidar”, ideada para recordar a las víctimas del trágico accidente de Linate, sea ocasión para sensibilizar sobre las realidades involucradas en la Aviación Civil centradas en el pasajero y el valor de cada persona en lo individual. Les animo a hacer avanzar esta cita anual, y me congratulo con ustedes porque saben vivirlo en la dimensión religiosa y humana, que para ustedes se encuentra su punto de referencia en la Santa Casa de Loreto, en su patrona, de quien son particularmente devotos.

La Virgen, que el pueblo cristiano venera con especial afecto en este mes de mayo, nos enseñan a caminar en la vida con los pies en la tierra, compartiendo las alegrías y sufrimientos de quien está cerca; y al mismo tiempo, a tener siempre la mirada levantada hacia el horizonte del cielo, con el corazón abierto a Dios y a su gracia que nos salva.

Queridos amigos, renuevo a ustedes y a sus colegas mi aprecio por la actividad que llevan a cabo, muy consciente de lo delicada y fatigosa que es, por las situaciones empresariales de las distintas líneas aéreas, cuando deben reducir el personal o asociarse con otras: por favor, es necesario cuidar a las personas, que de un día al otro no sean dejadas sin trabajo. El trabajo es una riqueza. Y por eso, les exhorto a trabajar entre ustedes con espíritu de solidaridad, sinceridad y amistad, para favorecer relaciones recíprocas que les ayuden a enfrentar con confianza incluso los momentos difíciles. Los encomiendo a ustedes y a sus familias a la maternal intercesión de la Virgen de Loreto y les bendigo de corazón. Por favor, no se olviden de orar por mí. Gracias.

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