BUDISTAS Y CRISTIANOS JUNTOS RESILIENTES: MENSAJE A LOS BUDISTAS EN OCASIÓN DE LA FIESTA DE VESAK (01/05/2022)

El Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso escribe, este 1º de mayo, a todas las comunidades budistas del mundo con motivo de la fiesta que conmemora los principales acontecimientos de la vida de Buda. “Podemos ayudar a la humanidad a volverse resiliente sacando a la luz los tesoros escondidos de nuestras tradiciones espirituales”. Transcribimos a continuación, el texto del mensaje, traducido al español:

Budistas y cristianos: juntos resilientes en la esperanza

Queridos amigos budistas:

1. Con ocasión de la fiesta del Vesak, conmemoración del nacimiento, muerte e iluminación del Buda, escribimos a sus comunidades Enel mundo para transmitir el caluroso saludo del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.

2. Escribimos en un momento en que la humanidad afronta múltiples crisis. Por tercer año consecutivo, personas en todo el mundo son mantenidas como rehenes por la persistente crisis sanitaria causada por el COVID-19. Los frecuentes desastres naturales ligados a la crisis ecológica han sacado a la luz nuestra fragilidad de ciudadanos de una Tierra compartida. Los conflictos continúan esparciendo sangre inocente y provocando sufrimientos generalizados. Desafortunadamente, aún existe quien usa la religión para justificar la violencia. Como observó con dolor el Papa Francisco, «la humanidad está orgullosa de sus progresos en la ciencia y el pensamiento, en muchas cosas hermosas, pero está retrocediendo en traer la paz… Esto debería avergonzarnos a todos» (Discurso a los participantes en la Reunión Plenaria de la Congregación para las Iglesias Orientales, 18 febrero 2022).

3. Aún cuando vemos surgir señales de solidaridad y respuesta a las tragedias provocadas por estas crisis, la búsqueda de soluciones duraderas sigue siendo ardua. La ansiosa búsqueda de la riqueza material y el abandono de los valores espirituales ha traído un declive moral generalizado en la sociedad. Como budistas y cristianos, nuestro sentido de responsabilidad religioso y moral debería motivarnos a apoyar a la humanidad en su búsqueda de reconciliación y resiliencia. Los religiosos, apoyados en sus nobles principios, deben esforzarse por ser lámparas de esperanza que, aunque pequeñas, puedan todavía aclarar el camino que lleva a la humanidad a triunfar sobre el vacío espiritual que causa tanto mal y tantos sufrimientos.

4. Aunque de maneras distintas, el Buda y Jesucristo orientan a sus seguidores a valores trascendentes. Las nobles verdades del Buda explican el origen y las causas del sufrimiento e indican el sendero óctuple que conduce a la finalización del sufrimiento. “Es el desvanecimiento y la finalización de esa misma hambre sin que haya quedado nada; dejando, soltando, liberando y no adhiriéndose» (Dhammacakkappavattanasutta, 56.11). Si es practicada, esta enseñanza es una cura para el apego incesante que lleva a la avidez y a los juegos de poder. El Evangelio no sugiere nunca la violencia como respuesta. Las bienaventuranzas anunciadas por Jesús nos muestran cómo ser resiliente es privilegiando los valores espirituales en medio de un mundo que destrozado. «Bienaventurados los pobres, bienaventurados los mansos, bienaventurados los afligidos, bienaventurados los que trabajan por la paz» (cf. Mt 5, 1-12). Son bendecidos porque, no obstante las dificultades actuales, confían en la promesa divina de felicidad y salvación.

5. Podemos ayudar a la humanidad a hacerse resiliente sacando a la luz los tesoros ocultos de nuestras tradiciones espirituales. Para los budistas el Noble Sendero Óctuple puede desarrollar compasión y sabiduría para comprometerse en las cuestiones sociales. Para los cristianos, uno de esos tesoros es la esperanza. Como dice el Papa Francisco, « a esperanza nos haría reconocer que siempre hay una salida, que podemos siempre redirigir nuestros pasos, que siempre podemos hacer algo para resolver nuestros problemas» (Laudato si’, 61).

6. Estamos convencidos de que la esperanza nos salva del desánimo. A este respecto, queremos compartir la sabiduría del llorado Venerable Thich Nhat Hanh sobre la importancia de la esperanza, que «puede hacer el momento presente menos difícil de soportar. Sí creemos que mañana será un mejor día, podemos soportar la fatiga de hoy» (Peace is Every Step, 1991, 41-42). Trabajemos juntos por un mejor mañana.

7. Queridos amigos, deseamos que su celebración del Vesak mantenga viva la esperanza y genere acciones de acogida y de respuesta a las adversidades causadas por las crisis actuales.

Miguel Ángel Card. Ayuso Guixot, MCCJ
Presidente

Msgr. Kodithuwakku K. Indunil J.
Secretario

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