EN LA CARIDAD NO HACERSE INDISPENSABLES, SINO FORMAR A LOS COLABORADORES: PALABRAS DEL PAPA A LA FUNDACIÓN MARCELLO CANDIA (08/04/2022)

Con alegría el Papa Francisco recibió en la mañana de este 8 de abril a los miembros de la Fundación Marcello Candia, que se ocupa principalmente de promover iniciativas en favor de los leprosos, los niños, los enfermos y los pobres de Brasil, con especial referencia a la región amazónica y las regiones del noreste, consideradas las más pobres del país. “Que no los necesiten más” debe ser el objetivo final de quienes lleven a cabo iniciativas como aquella de esta Fundación. Es “una regla sabia” el no atar a las personas y a los trabajos a sí, sino “formar a los colaboradores” asegurando la “estabilidad y continuidad” de la obra. Transcribimos a continuación, el mensaje del Papa, traducido del italiano:

Buenos días, bienvenidos. Y gracias por sus palabras. Ha dicho lo que debía decir de una manera clara... Y después dicen que las mujeres hablan demasiado: ha estado usted muy bien.

Estoy contento de encontrarlos y de agradecer con ustedes al señor por 40 años de actividad de la Fundación Marcello Candia. Él mismo la fundó en 1982, y el año después partió para el cielo. Ahora nosotros lo veneramos y pedimos su intercesión, especialmente por los enfermos y los más pobres y marginados del Noreste de Brasil, donde trabajó por tantos años.

Les agradezco mucho por su compromiso y sus iniciativas. Sobre todo por el método y el estilo con que las llevan adelante, marcadas por el mandato que Marcello Candia recibió de San Pablo VI. Quisiera retomar estas indicaciones junto con ustedes, porque pueden hacer bien a todos aquellos que realizan trabajos similares.

Ante todo, Pablo VI dijo a Candia: “Si hace un hospital en Brasil, hágalo brasileño...”. Es decir bien inserto en la realidad local, involucrando a la gente del lugar... También habrá puesto probablemente un poco de estilo milanés. La inculturación: tomar la cultura del sitio a donde vamos a trabajar.

Ponga atención – continuaba – en evitar todo tipo de paternalismo, no imponga sus ideas a los demás, incluso con buena intención”. Candia era un empresario, estaba acostumbrado a decidir en primera persona, por ello debía aprender a conducir las cosas de otra manera.

Haga el hospital no sólo para los brasileños, sino con los brasileños”. No sólo para, sino con. Eso es importante, es una regla general de la caridad: trabajar con las personas destinatarias del servicio.

Y agregaba: “Propóngase como objetivo final ya no ser necesario”. ¡Esto es sabio! Muchas veces aquí, también nosotros en la Iglesia, encontramos gente valiosa, sacerdotes, obispos, pero creen que la historia de la salvación pasa por ellos, que son necesarios. Nadie, nadie es absolutamente necesario. Es necesario para hacer lo que debe hacer, y después, que la historia, Dios, digan si continúo yo, si viene otro... Es hermoso, esto es hermoso: “Y propóngase como objetivo final ya no ser necesario”. Sabio. Cuando usted se dé cuenta que el hospital camina solo, entonces “habrá llevado a cabo una verdadera obra de solidaridad humana”. También esta es una regla muy sabia: no ligar a sí mismo a las personas y a las obras, no volverse indispensables, sino al contrario formar a los colaboradores y asegurar estabilidad y continuidad. Con los colaboradores. Nada de paternalismo, no, hacer crecer.

Me congratulo porque ustedes se esfuerzan en seguir este camino. De hecho, la Fundación no administra por sí misma las obras, sino que apoya a las comunidades locales y a los misioneros en las iniciativas con enfermos, leprosos y personas en distintas situaciones de necesidad. Es otro mérito que tienen y que los costos de mantenimiento de la Fundación son mínimos, casi todo va a las obras en Brasil. Y esto es muy importante, porque hay organizaciones y asociaciones de trabajo para hacer el bien, pero tienen una estructura de gente, de cosas que – no exagero –la mitad o el 60% se usan para pagar los sueldos. No, esto no funciona. El mínimo, para que la mayor parte del dinero vaya a la gente. Esto es importante, continúen así.

Y gracias, queridos amigos, por su visita. Les animo a seguir adelante, en el espíritu y el estilo del venerable Marcello Candia. Que la Virgen los acompañe. La bendición que les doy a ustedes, llévenla a cuantos colaboran aquí en Italia y en Brasil. Y también, les recomiendo, no se olviden de orar por mí porque este trabajo no es fácil, no es fácil de ninguna forma. Ahora les daré la bendición, y también con esta bendición mi gracias, mi agradecimiento por lo que hacen así, cotidianamente y de forma oculta: eso es muy hermoso. Gracias.

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