ABANDONEMOS LAS POLÉMICAS SOBRE LA LITURGIA, REDESCUBRAMOS SU BELLEZA: CARTA APOSTÓLICA “DESIDERIO DESIDERAVI” DEL PAPA SOBRE LA FORMACIÓN LITÚRGICA DEL PUEBLO DE DIOS (PARA DESCARGA) (29/06/2022)

Una Carta Apostólica al Pueblo de Dios sobre la liturgia, para recordar el sentido profundo de la celebración eucarística surgida del Concilio e invitar a la formación litúrgica. El Papa Francisco publica Desiderio desideravi, que desarrolla los resultados de la plenaria de febrero de 2019 del Dicasterio del Culto Divino y sigue al motu proprio Traditionis custodes, reafirmando la importancia de la comunión eclesial en torno al rito surgido de la reforma litúrgica postconciliar. No se trata de una nueva instrucción ni de un directorio con normas específicas, sino de una meditación para comprender la belleza de la celebración litúrgica y su papel en la evangelización.

La Carta Apostólica, que puedes descargar completa en formato PDF haciendo click AQUÍ, es acompañada por el siguiente texto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que transcribimos traducido del italiano:

En la Solemnidad de los Apóstoles Pedro y Pablo (29 de junio 2022), el Papa Francisco ha publicado la Carta Apostólica Desiderio desideravi sobre la formación litúrgica del pueblo de Dios. Es un texto dirigido a los Obispos, los Presbíteros y los Diáconos, a las personas consagradas y a los fieles laicos.

Se trata de un documento que recoge y reelabora de manera original las Proposiciones fruto de la Plenaria de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos (12-15 de febrero 2019) sobre el mismo tema.

Esta Carta sigue a aquella dirigida solo a los Obispos en ocasión de la publicación del Motu Proprio Traditionis custodes cuya primera finalidad es la de continuar “en la constante búsqueda de la comunión eclesial” en torno a la única expresión de la lex orandi del Rito Romano que se expresa en los libros de la reforma litúrgica deseada por el Concilio Vaticano II.

El tono del documento no es el de una instrucción o un directorio: es, sobre todo, un texto de meditación, con una vívida impronta bíblica, patrística y litúrgica, que ofrece muchas motivaciones para comprender la belleza de la verdad de la celebración litúrgica. De ella nace y se fortalece la comunión vivida en la caridad fraterna, que es el primer y más eficaz testimonio del Evangelio. Escribe el Papa Francisco (n. 37): «Una celebración que no evangeliza no es auténtica, como no lo es un anuncio que no lleva al encuentro con el Resucitado en la celebración: ambos, entonces, sin el testimonio de la caridad, son como bronce que resuena y como platillo que retiñe (cf. 1 Cor 13, 1)».

Muchas veces el Santo Padre afirma que no pretende tratar de forma exhaustiva las cuestiones afrontadas: sin embargo, se ofrecen muchas ideas sobre el sentido teológico de la liturgia, sobre la necesidad de una seria y vital formación litúrgica de todo el pueblo de Dios y sobre la importancia formativa de un ars celebrandi que se refiere no sólo a quien preside.

El texto advierte ante las insidias del individualismo y el subjetivismo (que una vez más recuerdan al pelagianismo y al gnosticismo) como también ante un espiritualismo abstracto: estamos llamados a recuperar la capacidad – fundamental para la liturgia – de la acción y la comprensión simbólica.

Ante el deseo ardiente de Jesús (Desiderio desideravi, Lc 22, 15) de hacernos partícipes de su cuerpo y su sangre, no podemos más que acoger la invitación que el Santo Padre dirige a todo el pueblo de Dios: «Abandonemos las polémicas para escuchar juntos qué dice el Espíritu a la Iglesia, cuidemos la comunión, continuemos asombrándonos por la belleza de la Liturgia. Nos fue entregada la Pascua, dejémonos custodiar por el deseo que el Señor sigue teniendo de poder comerla con nosotros» (n. 65).

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