LA FRATERNIDAD ES LA RESPUESTA A LA INDIFERENCIA: VIDEO MENSAJE DEL PAPA AL ENCUENTRO “#MED24” (17/09/2024)
Queridos amigos, queridos jóvenes albaneses y del Mediterráneo:
Es para mí una alegría saber que están reunidos en Tirana, diez años después de mi visita a su amado país en 2014. ¡No lo olvido! Me acuerdo de ese viaje en el que pude encontrarme con su pueblo, un pueblo de múltiples rostros, pero unido por la valentía. Como decía entonces a los jóvenes, «ustedes son la nueva generación de Albania» (Ángelus, Tirana, 21 de septiembre 2014). Agrego hoy, queridos jóvenes de las cinco orillas del Mediterráneo: ustedes, la nueva generación, son el porvenir de la región mediterránea.
Todos somos peregrinos de la esperanza, caminando en la búsqueda de la verdad y viviendo nuestra fe construyendo la paz. ¡La paz hay que construirla! Dios ama a todos los hombres y no hace distinción entre nosotros. La fraternidad entre las cinco orillas del Mediterráneo que están construyendo es la respuesta – ¡la respuesta! – la mejor respuesta que podemos ofrecer a los conflictos y las indiferencias que matan. Porque la indiferencia mata.
Aprendan juntos a leer los signos de los tiempos. Contemplen la diversidad de sus tradiciones como una riqueza, una riqueza deseada por Dios. La unidad no es uniformidad, y la diversidad de nuestras identidades culturales y religiosas es un don de Dios. Unidad en la diversidad. Crezcan en la estima recíproca, como dan testimonio sus antepasados.
Pongan en el centro la voz de aquellos que no son escuchados. Pienso en los más pobres, que sufren el ser considerados como un peso o una molestia. Pienso en aquellos que, a menudo muy jóvenes, deben dejar su país por un mejor porvenir. Cuiden a cada uno. No se trata de números sino de personas, y cada persona es sagrada; se trata de rostros, Cuya dignidad debe ser promovida y protegida. Renunciemos a la cultura del miedo para abrir la puerta de la acogida y la amistad.
Como un gran lago de Tiberíades encomendado a su cuidado, vivan en las orillas de esta gran cuenca, que los une: el Mediterráneo los une, los une como un hermoso jardín que hay que cultivar. Custodien el espíritu de servicio en toda circunstancia, cuiden a todas las criaturas encomendadas a sus manos.
Sepan caminar siguiendo las huellas de sus mártires. Su valentía es un testimonio vivo que puede inspirar su compromiso para resistir toda la violencia que desfigura a nuestra humanidad, como hizo con sólo 22 años la Beata María Tuci.
Los encomiendo a María, la Madre del Buen Consejo, que desde siempre dirige Su mirada maternal de amor y dolor a los acontecimientos de su tierra. Aprendan de Su Corazón Inmaculado a ser infatigables peregrinos de esperanza y a seguir los signos de Dios, para que el Mediterráneo reencuentre su rostro más hermoso: el de la fraternidad y la paz. Y deje de ser un cementerio.
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