USTEDES, LOS POBRES Y LOS ENFERMOS, SON LOS MIEMBROS MÁS VALIOSOS DE ESTA IGLESIA: PALABRAS DEL PAPA A ASISTENTES DE REALIDADES CARITATIVAS EN YAKARTA (05/09/2024)

Este 5 de septiembre, el Santo Padre Francisco se reunió con los Asistentes de las realidades caritativas de Indonesia, en la Sede de la Conferencia Episcopal de este país, en el marco de su 45º Viaje Apostólico. A ellos, el Pontífice les recordó que, “son pequeñas estrellas brillantes en el cielo de este archipiélago, son los miembros más valiosos de esta Iglesia, sus tesoros como enseñó el diácono mártir San Lorenzo desde los primeros siglos del cristianismo”. Reproducimos a continuación, el texto de su mensaje, traducido del italiano:

Muy queridos hermanos y hermanas, buenos días:

Estoy muy contento de encontrarlos. Los saludo a todos ustedes, en particular al Presidente de la Conferencia Episcopal Indonesia, a quien agradezco por las palabras que me ha dirigido. Agradezco también a Mimí y Andrew por lo que han compartido. Es muy hermoso que los Obispos indonesios hayan elegido celebrar los 100 años de su Conferencia Nacional con ustedes. Gracias, gracias. Gracias a ustedes por esta decisión. ¡Gracias, Presidente! Se ve que tu espíritu cartujo nos ayuda a hacer estas cosas.

Ustedes son pequeñas estrellas luminosas en el cielo de este archipiélago, los miembros más valiosos de esta Iglesia, sus “tesoros”, como desde los primeros siglos del cristianismo enseñaba el diácono mártir San Lorenzo. Y a propósito quiero subrayar que comparto plenamente lo que dijo Mimí: Dios creó a los seres humanos con capacidades únicas para enriquecer la diversidad de nuestro mundo – ¡eso estuvo muy bien, Mimí, gracias! –; Y ella misma nos lo demostró hablándonos de manera maravillosa sobre Jesús; “nuestro faro de esperanza”. ¡Gracias por eso!

Enfrentar juntos las dificultades, hacer todos nuestro mejor esfuerzo trayendo cada uno su propia contribución irrepetible, nos enriquece y nos ayuda a descubrir día tras día lo valioso que es estar juntos, en el mundo, en la iglesia, en familia, como nos recordó Andrew, a quien felicitamos también por su participación en los Juegos Paralímpicos: ¡bravo! Démosle un hermoso aplauso a Andrew. Y démonos uno también nosotros, llamados a convertirnos juntos en campeones del amor en las grandes olimpiadas de la vida. ¡Un aplauso a todos nosotros!

Muy queridos todos, todos necesitamos unos de otros, y eso no es un mal. Nos ayuda, de hecho, a entender cada vez mejor que el amor es lo más importante de nuestra existencia (cf. 1 Cor 13, 13), a darnos cuenta de cuántas personas buenas hay a nuestro alrededor. Nos recuerda, además, cuánto nos quiere el Señor, a todos, más allá de cualquier límite y dificultad. Cada uno de nosotros es único ante sus ojos, ante los ojos del Señor, y Él nunca se olvida de nosotros, nunca. Recordémoslo, para tener vida nuestra esperanza y para esforzarnos a nuestra vez, sin cansarnos nunca, para hacer de nuestra vida un don para los demás (cf. Jn 15, 12-13).

Gracias. Gracias por este encuentro y por lo que hacen, todos juntos. Los bendigo y pido por ustedes. Y por favor, también ustedes no se olviden de orar por mí. Gracias. Hoy quisiera felicitar a esa mamá que no pudo venir, está en cama, pero hoy cumple 87 años. Le enviamos las felicitaciones, desde aquí, todos juntos.

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