NO A LA GUERRA, DISCUTIR ENTRE AMIGOS HACE CRECER: ENCUENTRO DEL PAPA CON LOS JÓVENES DE SCHOLAS OCURRENTES EN YAKARTA (04/09/2024)

Este 4 de septiembre, en la última cita de su segundo día en Yakarta, el Papa Francisco visitó e inauguró la nueva sede del movimiento “Scholas Occurrentes” en la Casa de la Juventud “Grha Pemuda”, la primera en el sudeste asiático. «Hacer la guerra entre nosotros es siempre una derrota, en cambio discutir nos hace crecer»: este fue el corazón del mensaje del Santo Padre a los jóvenes en una visita que fue una celebración de la educación inclusiva, que enseña que «las diferencias no son algo malo, sino una belleza única», como le dijo al Santo Padre en su testimonio Christine, una joven que sufrió acoso escolar.

El Papa fue recibido en el patio delantero de la Casa de la Juventud por los responsables de Scholas Ocurrentes y por 100 niños de la Arquidiócesis de Yakarta. Don niños le ofrecieron un regalo mientras los demás entonaron un canto. Después, el Papa llegó a la Sala Saint Mathias y Saint Tadeus, donde se encontró con los participantes en el proyecto “Scholas Aldeas”. Posteriormente, fue acompañado a la Sala Saint Jacob para un encuentro privado con el Consejo de Administración de Scholas Ocurrentes.

Después, el Santo Padre, escuchó los testimonios de Anna, una profesora musulmana que participa en Scholas Ocurrentes; Bryan, un muy joven estudiante y Christine, que relató su experiencia de acoso escolar. El Papa habló con los jóvenes presentes acerca de la armonía y la paz. El Santo Padre también completó la obra del “Poliedro del Corazón” realizado por más de 1,500 jóvenes indonesios, colocando la pieza final. Al término del encuentro, el Papa plantó un manglar e invitó a todos a orar en silencio y a continuación impartió «una bendición para todos»: «Dios bendiga a cada uno de ustedes, bendiga sus deseos, bendiga a sus familias, bendiga su presente y bendiga su futuro».

Concluidos los encuentros de la tarde, el Papa Francisco se detuvo varias veces antes de volver, después de casi una hora, a la Nunciatura Apostólica y saludó a muchos indonesios, particularmente a los niños, reunidos a lo largo de su recorrido.

Comentarios