NO SE CONVIERTAN EN UNA SECTA: TEXTO DEL VIDEO MENSAJE DEL PAPA A LA ARQUIEPARQUÍA DE ERNAKULAM-ANGAMALY (07/12/2023)
Hermanos y hermanas de la Arquieparquía de Ernakulam-Angamaly, estoy cerca de ustedes.
Los sigo desde hace años, conozco la fe y el compromiso apostólico de la amada Iglesia Siro-Malabar, que es motivo de alegría y orgullo para la Iglesia Universal, y es por eso que mi corazón hoy está triste mientras les hablo.
Su Sínodo, después de un largo y fatigoso trabajo, encontró un acuerdo acerca de la manera de celebrar la Santa Qurbana. La caridad y el amor por la comunión impulsó a sus miembros a realizar este paso, aunque algunos de ellos no consideran ideal dicha forma de celebración. ¡Son los sacrificios que requiere la comunión!
Pero la Iglesia es comunión. Si no hay comunión, no hay Iglesia. Es una secta.
Sé que desde hace años algunos, que deberían ser ejemplos y verdaderos maestros de comunión, sobre todo presbíteros, los impulsan a desobedecer y a oponerse a las decisiones del Sínodo. Hermanos y hermanas, ¡no los sigan!
La discusión, cuando no es serena, genera violencia. Y entre ustedes ha habido y hay violencia, sobre todo contra aquellos que quieren permanecer en la comunión y celebrar como su Iglesia ha establecido.
Incluso yo muchas veces les he exhortado a ser dóciles a su Iglesia. ¿Cómo puede ser Eucaristía si se rompe la comunión, si se falta el respeto al Santísimo Sacramento, entre las luchas y las riñas?
Sé que existen razones de oposición que no tienen nada que ver con la celebración de la Eucaristía y mucho menos con la Liturgia. Son razones mundanas. No vienen del Espíritu Santo. Si no vienen del Espíritu Santo, vienen de otra parte.
Por eso he estudiado atentamente y con tiempo los motivos que desde hace años se han adoptado para convencerlos. Ya les he escrito muchas veces en el pasado, pero sé que no a todos se les han leído mis cartas.
Ahora he decidido dirigirme a ustedes, al santo pueblo fiel de Dios, al clero, a los religiosos y religiosas y sobre todo a ustedes, queridos fieles laicos, que tienen mucha fe en el Señor y que aman a la Iglesia. Y lo hago de esta manera un poco no acostumbrado, para que ninguno tenga ya dudas sobre lo que piensa el Papa.
En el nombre del Señor, por el bien espiritual de su Iglesia, de nuestra Iglesia, les pido arreglar esta ruptura. Es su Iglesia, es nuestra Iglesia. ¡Restablezcan la comunión, permanezcan en la Iglesia católica!
Y ustedes, presbíteros, recuerden su ordenación y los compromisos que asumieron. No se separen del camino de su Iglesia, sino caminen con el Sínodo, con sus Obispos, con el Arzobispo Mayor. Acepten poner en práctica todo lo que su Sínodo ha establecido.
Les enviado a un delegado mío en la persona del Arzobispo Cyril Vasil’. Ha ido con ustedes y también él, a mi nombre, les ha pedido poner fin a la lucha, poner fin a las oposiciones y, a veces, a la violencia – ¡la hay!
¿No ven que así la Iglesia se bloquea y muchas iniciativas de bien no pueden ya realizarse al servicio del pueblo santo de Dios, al servicio de la santificación del pueblo de Dios?
Hagan lo posible para que para la Navidad de 2023 su Arquidiócesis consienta, humilde y fielmente, ponerse al paso con el resto de su Iglesia, respetando todas las indicaciones de su Sínodo.
¡Les pido tener cuidado! Tengan cuidado de que el diablo no les induzca a transformarse en una secta. Sean iglesia, no se conviertan en secta. No obliguen a la autoridad eclesiástica competente a tomar nota de que han salido de la Iglesia, porque ya no están en comunión con sus pastores y con el Sucesor del Apóstol Pedro, llamado a confirmar a todos los hermanos y hermanas en la fe y a conservarlos en la unidad de la Iglesia. Con gran dolor, entonces, deberán tomarse las sanciones correspondientes. No quiero llegar a eso.
Para la próxima Navidad, entonces, que en la Arquieparquía de Ernakulam-Angamaly así como en toda la Iglesia Siro-Malabar, se celebre la Qurbana en comunión, siguiendo las indicaciones del Sínodo. Recuerden en la Liturgia a su Arzobispo Mayor y pidan por él. Éste es desde siempre un signo importante de que se reconocen en la unidad de la Iglesia. Entonces será Navidad para todo su pueblo, para todos.
Por favor, ¡no sigan hiriendo el cuerpo de Cristo! ¡Ya no se separen de él! E incluso si se han cometido ofensas contra ustedes, perdónenlas con generosidad.
Que la Eucaristía sea el modelo de su unidad. No pisoteen en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia, para que no coman y beban su propia condena (cf. 1Cor 11, 29).
Que el Señor los bendiga y el Espíritu Santo los ilumine. Y por favor no se olviden de orar por mí. Gracias.
Comentarios