RELIGIONES JUNTAS PARA SUPERAR LOS CONFLICTOS: DECLARACIÓN FINAL DEL OCTAVO COLOQUIO BUDISTA-CRISTIANO (29/05/2025)
Declaración final
El Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, en colaboración con la Preah Sihanouk Raja Buddhist University y la iglesia católica en el Reino de Camboya, convocaron al Octavo Coloquio Budista-Cristiano en Phnom Penh del 27 al 29 de mayo de 2025. El evento se realizó bajo el tema “Budistas y Cristianos trabajando juntos por la paz a través de la reconciliación y la resiliencia”.
Reuniendo aproximadamente a 150 participantes budistas y cristianos de Camboya, Hong Kong, India, Italia, Japón, Laos, Malasia, Mongolia, Myanmar, Singapur, Corea del Sur, Sri Lanka, Taiwan, Tailandia, Vietnam, los Estados Unidos y la Santa Sede – junto con dos representantes de la Federación de Conferencias Episcopales Asiáticas – el Coloquio fue un testimonio del deseo compartido por la paz y el entendimiento mutuo. La ceremonia de apertura se honró con la presencia del Ministro de Culto y Religión del Reino de Camboya y otros líderes religiosos en Camboya.
Mientras el evento se acerca a su conclusión, los participantes quieren expresar los siguientes sentimientos y resoluciones:
Nosotros, los participantes budistas y cristianos, nos reunimos en Phnom Penh – una tierra profundamente marcada por el testimonio compasivo de Su Santidad Maha Ghosananda – para reflexionar sobre nuestros textos sagrados, enseñanzas espirituales y experiencias vividas como fuentes de sanación y esperanza para un mundo fracturado por la violencia la injusticia y la explotación.
Durante estos días, oramos, visitamos los lugares de culto de los demás, estudiamos y nos encontramos en un espíritu de respeto mutuo y amistad. Nuestras conversaciones estuvieron marcadas por la escucha atenta y el descubrimiento de sabiduría compartida: ambas tradiciones llaman a la transformación de los corazones y las sociedades a través de la compasión y la verdad.
“El odio no termina con el odio, sino solamente con el amor; esta es la ley eterna” (Dhammapada 5). A partir de la tradición budista, nos inspiramos en las prácticas del Metta (bondad amorosa), Karuna (compasión) y el desapego consciente – caminos que cultivan la paz interior y fomentan la armonía en la sociedad. La vida y testimonio de incontables practicantes budistas, especialmente Su Santidad Maha Ghosananda – reverenciado como el “Gandhi de Camboya” – no recuerdan que incluso las más dolorosas heridas de la historia pueden transformarse a través de la compasión, la sabiduría y la resiliencia espiritual.
“Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5, 9). A partir de la tradición cristiana, encontramos fuerza en el llamado del Evangelio al perdón y la reconciliación. La invitación de Jesús a amar a los enemigos y de responder a la violencia con la piedad sigue guiando los esfuerzos de los cristianos hacia la paz y la justicia. El testimonio perdurable de los mártires y los constructores de la paz, que se aferraron a la fe entre el sufrimiento y la injusticia, enriquecen nuestra visión compartida de una resiliencia fundamentada en la esperanza y el amor.
Juntos, afirmamos que:
- La reconciliación no es borrar la memoria sino un valiente proceso de decir la verdad, sanar y restaurar las relaciones;
- La resiliencia se nutre por la fuerza interior, arraigada en la fe y apoyada por comunidades que defienden la dignidad de cada persona;
- Construir la paz requiere enfrentar las profundas causas del conflicto – pobreza, degradación ambiental, injusticia social y la negación de los derechos humanos;
- Nuestras respectivas tradiciones religiosas ofrecen profundos recursos éticos y espirituales para enfrentar los retos de hoy con compasión, valentía y esperanza.
Reconocemos el papel esencial de la educación para formar nuevas generaciones en los valores de la no violencia, el diálogo y la cooperación interreligiosa. También afirmamos la responsabilidad de los líderes religiosos y las comunidades para encarnar la reconciliación de maneras prácticas: estando al lado de los que sufren, promoviendo la justicia y cultivando la paz interior.
Al regresar a nuestros hogares y regiones, llevamos con nosotros:
- Un renovado compromiso a caminar juntos como amigos y compañeros espirituales;
- Un aprecio profundo por las tradiciones y sabiduría de los demás;
- Una resolución compartida para ser instrumentos de paz, sanación y esperanza en un mundo herido.
Con gratitud de corazón al pueblo de Camboya – especialmente al Vicariato Apostólico de Phnom Penh, a los líderes budistas, las autoridades nacionales y a otros organizadores – por su generosa hospitalidad, y en reverente memoria a todos los que han sufrido y siguen levantándose sobre la adversidad a través de la resiliencia, dedicamos los frutos de este coloquio al florecimiento de un mundo donde la paz sea más que la ausencia de conflicto. Visualizamos la paz como la presencia activa del amor, la justicia y la solidaridad humana perdurable.
Nos comprometemos a hacer vida las intuiciones y compromisos nacidos de estos días a través del diálogo continuo y la colaboración concreta en nuestras respectivas comunidades y regiones.
Participantes del Octavo Coloquio Budista-Cristiano
Phnom Penh, 29 de mayo 2025
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