LOS CARDENALES PIDEN SEGUIR ADELANTE CON LAS REFORMAS DEL PAPA (06/05/2025)
Durante el encuentro de prensa se ilustró además, en detalle, el programa de los días 7 y 8 de mayo. Por la mañana del día 7, a las 10:00 hrs, se celebrará la Misa “Pro eligendo Pontifice” presidida por el Cardenal decano Giovanni Battista Re; por la tarde, a las 16:30 hrs, se llevará a cabo la procesión de los purpurados con base en el orden de pertenencia (primero los Cardenales diáconos, después los Cardenales presbíteros, finalmente los Cardenales Obispos), todos en hábito coral, que avanzan con el canto del Veni, Creator Spiritus hacia la Capilla Sixtina. Ahí se llevará a cabo el juramento, la meditación del Cardenal Raniero Cantalamessa, Predicador emérito de la Casa Pontificia, la primera votación y la primera fumata de la tarde.
El jueves por la mañana los Cardenales electores se encontrarán antes de las 8:00 hrs en el Palacio Apostólico para celebrar la Misa y los Laudes en la Capilla Paulina. A continuación, se retirarán a las 9:15 hrs a la Capilla Sixtina para recitar la Hora intermedia y proceder después a las votaciones. El almuerzo será alrededor de las 12:30 hrs en Santa Martha y a las 15:45 hrs partirán hacia el Palacio Apostólico; después, a las 16:30 hrs se retirarán a la Capilla Sixtina para otras votaciones y al final (alrededor de las 19:30 hrs), las Vísperas. Las oraciones y los textos serán todos en latín, subrayó Matteo Bruni. Una vez más se explicó que son dos las fumatas previstas en los distintos días: una al fin de la mañana, alrededor de las 12; una por la tarde, hacia las 19, es decir al final de la segunda votación matutina o vespertina. Naturalmente, si el nuevo Papa fuera elegido en la primera votación (matutina o vespertina), la fumata blanca sería anticipada.
Transcribimos a continuación el texto del comunicado de prensa, traducido del italiano:
La XII y última Congregación de los Cardenales se abrió esta mañana a las 9:00 hrs, como de costumbre, con un momento de oración.
Estaban presentes 173 Cardenales, entre los cuales 130 eran electores. Fueron 26 las intervenciones que afrontaron múltiples temáticas.
Entre los temas principales que surgieron, reiteró la conciencia de que muchas de las reformas promovidas por el papá Francisco tienen la necesidad de llevarse a cabo: la lucha contra los abusos, la transparencia económica, la reorganización de la curia, la sinodalidad, el compromiso por la paz y el cuidado de la creación. La responsabilidad de la Iglesia en estos ámbitos se percibe de manera profunda y compartida.
Un tema central de la reflexión fue el de la comunión, señalada como vocación esencial para el nuevo Pontífice. Se delineó el perfil de un Papa pastor, maestro en humanidad, capaz de encarnar el rostro de una Iglesia samaritana, cercana a los necesitados y a las heridas de la humanidad. En tiempos marcados por guerras, violencia y fuertes polarizaciones, se advierte con fuerza en la necesidad de una guía espiritual que ofrezca misericordia, sinodalidad y esperanza.
Algunas intervenciones afrontaron cuestiones de naturaleza canónica, reflexionando sobre el poder del Papa.
Se afrontó también el tema de las divisiones dentro de la Iglesia y de la sociedad y de la forma en la cual los Cardenales están llamados hoy a ejercer su papel en relación con el Papado.
Se habló de la Jornada Mundial de los Pobres, que se celebra el domingo anterior a la Solemnidad de Cristo Rey: se subrayó como estos dos eventos pueden ser leídos en relación entre sí, reconociendo la presencia viva de Cristo en los pobres y recordando que la verdadera realeza del Evangelio se manifiesta en el servicio.
Se habló de la necesidad de hacer más significativas las reuniones del Colegio Cardenalicio en ocasión de los Consistorios y de promover la iniciación cristiana y la formación permanente como auténticos actos misioneros.
Se recordó a los mártires de la fe, sobre todo en aquellas tierras donde los cristianos sufren persecuciones o son privados de libertad religiosa. Entre las urgencias pastorales se reiteró también el compromiso para afrontar con decisión el cambio climático, reconocido como un desafío global y eclesial.
Se volvió a reflexionar sobre la fecha para la celebración de la Pascua, sobre el Concilio de Nicea y sobre el diálogo ecuménico.
La Congregación concluyó con la lectura de una declaración oficial: un llamado dirigido a las partes involucradas en diversos conflictos internacionales. Los Cardenales invocaron a un cese al fuego permanente y el inicio de negociaciones que lleven a una paz justa y duradera, en el respeto a la dignidad humana y al bien común.
Durante el encuentro de esta mañana también se procedió a la anulación del Anillo del Pescador y del Sello de plomo.
Finalmente, se proporcionaron algunas disposiciones prácticas relativas al programa de los Cardenales electores durante el Cónclave.
El encuentro terminó a las 12:30 hrs. No están previstas otras Congregaciones Generales.
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