COMPARTAN EL CONOCIMIENTO: PALABRAS DE LEÓN XIV A ASTRÓNOMOS PARTICIPANTES DEL CURSO DE VERANO DEL OBSERVATORIO VATICANO (16/06/2025)

La mañana de este 16 de junio, el Santo Padre León XIV se reunió en la Sala del Consistorio con los 24 jóvenes astrónomos que, del 1 al 27 de junio, en el Observatorio de Castel Gandolfo, están tomando un curso dedicado a «Explorar el universo con el telescopio espacial de James Webb». «No duden en compartir la alegría y el asombro que nacen de la contemplación de las “semillas” que, en palabras de San Agustín, Dios ha esparcido en la armonía del universo», les recordó el Papa en su discurso, cuyo texto reproducimos a continuación, traducido del italiano:

Buenos días y bienvenidos:

me alegra tener esta oportunidad de saludarlos a todos ustedes, estudiantes y estudiosos de diversas partes del mundo que participan en el Curso de verano del Observatorio Vaticano. Les ofrezco mis buenos deseos en la oración para que esta experiencia de vivir y estudiar juntos no sea solo un enriquecimiento académico y personal, sino que ayude también a desarrollar amistades y formas de colaboración que no pueden más que contribuir al progreso de la ciencia al servicio de nuestra única familia humana.

El Curso de verano de este año está dedicado – así me lo han dicho – al tema Explorar el universo con el telescopio espacial de James Webb. Sin duda este debe ser un momento emocionante para ser astrónomos. Gracias a ese instrumento realmente notable, por primera vez somos capaces de escrutar en la profundidad de la atmósfera de los exoplanetas, donde podría desarrollarse la vida, y estudiar las nebulosas, donde se forman los sistemas planetarios mismos. Con el Webb podemos incluso rastrear la luz antigua de galaxias lejanas, que habla del inicio mismo de nuestro universo.

Los autores de las Sagradas Escrituras, escribiendo hace tantos siglos, no pudieron beneficiarse de este privilegio. Sin embargo, su imaginación poética y religiosa reflexionó sobre cómo podría haber sido el momento de la creación, cuando “las estrellas brillan desde sus miradores y se gozan; él las llama y responden: ‘¡Aquí estamos!’ y brillan de alegría por aquel que las creó” (Ba 3, 34). Hoy las imágenes del James Webb ¿no nos llenan acaso de maravilla y, de hecho, de una alegría misteriosa mientras contemplamos su sublime belleza?

El equipo científico del Telescopio Espacial a trabajar duramente para hacer disponibles al público estas imágenes, cosa por la que todos nosotros podemos estar agradecidos. De manera especial, sin embargo, todos ustedes que participan en la escuela de verano han recibido las competencias y formación que les permiten utilizar este extraordinario instrumento para ensanchar nuestro conocimiento del cosmos del que somos una parte minúscula pero significativa.

Naturalmente, ninguno de ustedes ha llegado solo a este punto. Cada uno de ustedes forma parte de una comunidad mucho más grande. Piensen en todas las personas que en los últimos 30 años han trabajado para construir el telescopio espacial y sus instrumentos y en los que han trabajado para elaborar las ideas científicas a través de cuya verificación fue ideado. Además de la contribución de sus colegas científicos, ingenieros y matemáticos, es también gracias al apoyo de sus familias y de muchos de sus amigos que han podido apreciar y tomar parte en esta extraordinaria empresa, que les ha permitido ver de forma nueva el mundo que nos rodea.

Por tanto, nunca se olviden de que lo que hacen está dirigido a beneficiarnos a todos. Sean generosos al compartir lo que aprenden y lo que experimentan según lo mejor de sus capacidades y de cualquier forma que puedan hacerlo. No duden en compartir la alegría y el asombro nacidos de su contemplación de las “semillas” que, con las palabras de San Agustín, Dios ha esparcido en la armonía del universo (cf. De Genesis ad litteram, V, 23, 44-45). Entre más alegría compartan, más alegría crearán, y así, a través de su búsqueda del conocimiento, cada uno de ustedes podrá contribuir a la construcción de un mundo más pacífico y justo.

Con estas reflexiones, amigos míos, les agradezco nuevamente por su visita y les aseguro mis oraciones por ustedes, por sus familias y por su trabajo, y sobre todos ustedes invocó con gusto las bendiciones de Dios de la sabiduría y la comprensión, de la alegría y la paz.

Que Dios los bendiga.

[Bendición, en inglés] Gracias.

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