OFRECER A LOS ENFERMOS TERMINALES CUIDADOS Y ALIVIO, NO LA MUERTE: PALABRAS DEL PAPA A PARLAMENTARIOS Y ALCALDES FRANCESES (21/10/2022)

A los administradores y políticos de la Diócesis francesa de Cambrai, a quienes recibió en audiencia en la Sala del Consistorio este 21 de octubre, el Papa Francisco les recordó el papel de la política y la importancia de estar cerca de los ciudadanos con especial atención a las personas que se encuentran al final de su vida. La política debe dar “prioridad a las necesidades esenciales” de los ciudadanos, “a menudo descuidadas en favor de temas de moda que tienen menos que ver con su vida cotidiana”, dijo el Santo Padre en su intervención, cuyo texto transcribimos a continuación, traducido del italiano:

Excelencia, ilustres señoras y señores:

Me alegra recibir a su Delegación de administradores públicos y representantes del Estado francés, provenientes del norte de Francia y saludar, a través de ustedes, también a sus ciudadanos. Me alegro de la iniciativa del viaje a Roma, que el Arzobispo de Cambrai, Mons. Vincent Dollmann, supo acoger con gusto, en espíritu de respeto recíproco y de colaboración entre las autoridades civiles y religiosas de su región, por el bien de todos.

Su región, en un tiempo rica en minas de carbón, con una fuerte industria metalúrgica y de renombrados talleres textiles, sufrió un terrible revés con el cierre de las minas y de los establecimientos desarrollados durante la revolución industrial de fines del siglo XIX. Lamentablemente, crisis económica significa también, empobrecimiento de la población de estas regiones. Sé que es el desafío que están enfrentando desde hace algunas décadas. Además de la preocupación prioritaria por lo social, sé que consideran importante también la dimensión cultural de su región, conscientes del hecho de que el hombre no se alimenta sólo de pan, sino también del orgullo de sus propias raíces que la cultura pone en evidencia, contribuyendo así a recordar a cada uno su propia dignidad.

Es precisamente en estos ámbitos de acción social y cultural que pueden reencontrarse, cualquiera que sea su pertenencia política. Otorgando la presidencia a las necesidades esenciales de sus ciudadanos muy a menudo olvidados en favor de temas de moda que tienen menos que ver con su vida cotidiana, podrán demostrar la voluntad de estar al servicio de aquellos que los eligieron y que han puesto en ustedes su confianza. El método democrático y representativo debería también permitirles atraer la atención de las máximas autoridades hacia las aspiraciones y las reales necesidades de la población de su territorio, lejos de cualquier ideología o presión mediática. Las ideologías y la presión mediática arruinan la realidad: las ideologías porque la destilan y hacen perder la entidad; y la presión mediática porque llevan a “maquillarla” y a volverla no auténtica en su expresión.

En el campo social, tan vasto, quisiera solo animarlos con dos palabras ligadas a la actualidad: acogida y cuidado.

Ante todo la acogida de los más desfavorecidos, en primer lugar los migrantes – y saben qué crucial es dicha cuestión y qué importante es para mí –; pero pienso también en las personas con discapacidades. Ellas necesitan más estructuras para aligerar su vida y la de sus seres queridos y, sobre todo, para demostrar el respeto que se les debe. Que las disposiciones en materia de inclusión puedan permitir a muchos de ellos tener un lugar en el mundo del trabajo. Más que nunca es necesario seguir proponiéndose como objetivo prioritario el acceso al trabajo... ¡para todos! (cf. Laudato si’, 127).

En lo que se refiere al cuidado, pienso en particular en la atención que debe prestarse a los ancianos en las casas de descanso y a las personas al final de su vida, que deben ser acompañadas a través del desarrollo de los cuidados paliativos. Los trabajadores, por naturaleza, tienen la vocación de proporcionar cuidado y alivio, no pudiendo siempre curar, pero no podemos pedir a los trabajadores matar a sus pacientes, que es un poco el programa de la cultura del descarte: se descarta, no sirve, uso y tiro, se descarta. Si matamos con justificaciones, terminaremos por matar cada vez más (cf. Conferencia de prensa de regreso desde Kazajistán, 15 de septiembre 2022). Esta es una progresión geométrica. Me atrevo a esperar que, sobre cuestiones tan esenciales, el debate pueda ser conducido en la verdad para acompañar la vida a su término natural. Y no dejarse envolver en esta cultura del descarte que está un poco por todos lados.

El ámbito cultural es, a su vez, un importante factor de unidad en la medida en que se presenta como el fruto de un pasado común, de una historia vivida en tierras que son suyas, que aman y en donde la Iglesia nunca ha estado ausente. Su región ha sido escenario de eventos que la han moldeado y que corresponde a ustedes valorar para transmitirles la herencia a las generaciones futuras. Los acontecimientos del pasado de hecho contribuyeron a la historia y a la literatura, así como también a las perspectivas políticas y económicas de todo el país. nosotros estamos explotando la herencia del pasado y muchas veces olvidamos que debemos dar otra herencia a aquellos que vienen después: la herencia es doble, la que hemos recibido y la que debemos dar. Y esta herencia cultural, social, intelectual, debe transmitirse, enriquecida, debe transmitirse junto con aquello conque ustedes han enriquecido lo que han recibido.

Finalmente, les repito que para mí es una alegría ver cómo ustedes, que tienen responsabilidades en el campo económico y social, están interesados en el mensaje de la Iglesia sobre cuestiones que compartimos y cómo son conscientes del papel que deben desempeñar a través del compromiso hacia el servicio de sus electores. En virtud de su fe en Cristo que se hizo pobre, la Iglesia siempre se ha preocupado por el desarrollo integral de los más abandonados de la sociedad (cf. Evangelii gaudium, 186), y pueden contar con su ayuda. Junto a ustedes, ella busca llegar a los migrantes, a los ancianos y enfermos, en otras palabras a todos aquellos que se han “quedado atrás”, cuya más grande pobreza es sin duda alguna la exclusión y la soledad que de ello deriva. Y, sobre los migrantes, no hay que olvidar que el migrante debe ser acogido, acompañado, promovido e integrado. No dejen al migrante sin integración, porque eso es un peligro. Los cuatro pasos: acogido, acompañado, promovido e integrado.

Les agradezco una vez más por su visita. Pido a Dios que inspire sus proyectos e iniciativas para el bien común de su región y que les asista en su realización. Que Dios los bendiga a todos ustedes.

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