LOS REFUGIADOS Y LOS MIGRANTES NECESITAN QUE LAS NACIONES COMPARTAN SOLUCIONES: INTERVENCIÓN DE LA JEFA DE LA DELEGACIÓN DE LA SANTA SEDE ANTE EL COMITÉ PARA LOS REFUGIADOS DE LA ONU (10/10/2022)

Dirigiéndose al Comité Ejecutivo de las Naciones Unidas del Programa del Alto Comisionado para los Refugiados en Ginebra, este 10 de octubre, la Dra. Francesca di Giovanni señaló que el encuentro ocurre en un momento “en que la violencia, las persecuciones y el conflicto fracturan nuestro sentido de fraternidad y la unidad de nuestra familia humana”. En su intervención de este lunes, remarcó que precisamente el mes pasado el Papa Francisco expresó su preocupación por la proliferación de conflictos alrededor del mundo. Publicamos a continuación el texto de la intervención de la Dra. di Giovanni, Subsecretaria para los Sectores Multilaterales de la Sección para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales y Jefa de la Delegación de la Santa Sede en Ginebra, traducido del inglés:

Señor Presidente, señor Alto Comisionado, excelencias y distinguidos delegados:

Este Comité Ejecutivo se encuentra en un momento en el que la violencia las persecuciones y conflictos fracturan nuestro sentido de fraternidad y la unidad de nuestra familia humana.

Precisamente el mes pasado, el Papa Francisco se refirió a esta misma preocupación señalando que, “después de dos trágicas guerras mundiales, parecía que el mundo había aprendido a moverse progresivamente hacia el respeto por los derechos humanos, la ley internacional y distintas formas de cooperación. Desafortunadamente, la historia muestra signos de regresión. No sólo se intensifican conflictos anacrónicos, sino que muestras de un nacionalismo miope, extremista, resentido y agresivo están resurgiendo (cf. Fratelli Tutti, 11), y nuevas guerras de dominio, [...] están causando destrucción por todos lados. Los muchos conflictos armados en marcha son una serie de preocupación. He dicho que se estaba peleando una tercera guerra mundial “a pedazos” – quizás ahora podemos decir que es “completa” –poniendo a la gente y al planeta en cada vez mayor riesgo”. [1]

Es en este dramático, histórico momento que números récord de personas desplazadas Superan con creces las soluciones duraderas y la ayuda humanitaria disponible. Mientras nuestra mirada está inevitablemente dirigida hacia Ucrania, nunca debemos olvidar el alcance de la crisis global de solidaridad y humanidad que enfrentamos. Es en este contexto más amplio que la Santa Sede sigue con gran aprensión las consecuencias de la guerra en Ucrania, incluyendo las deportaciones forzadas, mientras también expresa gratitud a todos los que han ofrecido una bienvenida, en un verdadero espíritu de fraternidad y generosidad. Al mismo tiempo, La Santa Sede llama a todos los estados a hacer todo lo posible para hacer terminar la guerra y comprometerse de nuevo a un diálogo auténtico para una paz duradera. ¡Esta situación no es sostenible y sin embargo, tampoco es inevitable!

Señor Presidente, el incremento en el impacto del cambio climático y los desastres naturales sobre los desplazamientos forzados requiere una reflexión más profunda y acciones concretas. Ya es una dura realidad para los pobres y vulnerables. Mientras que existen iniciativas específicas, un enfoque internacional e institucional más armonizado que reafirme la protección ordenada por el UNHCR, es necesario.

Al mismo tiempo, La Santa Sede desea hacer un urgente llamado por un progreso más tangible y efectivo en soluciones duraderas más generalizadas. Números significativos de refugiados siguen perdiéndose en un estado de limbo, incapaces de volver a casa o de integrarse en sus países de asilo. En tales casos, una reubicación a un tercer país es fundamental. Es de la mayor importancia identificar caminos alternativos para soluciones permanentes. [2]

Los conflictos y las situaciones prolongadas de refugiados no pueden convertirse en la “nueva normalidad”. Los refugiados y las personas desplazadas son seres humanos y por tanto sujetos de derechos y deberes, no objetos de asistencia. A este respecto, La Santa Sede expresa su gratitud a países que han aumentado sus cuotas de reubicación y a las muchas organizaciones intermediarias e inspiradas en la fe que colaboran con ellos en el terreno. Como afirmó el Papa Francisco, construir el futuro con los migrantes y refugiados significa también reconocer y valorar sus contribuciones, crecer en nuestra humanidad común y construir juntos un cada vez mayor sentido de estar juntos. [3]

Aquí, la Santa Sede reconoce que la solidaridad mostrada por algunos estados, en particular, merece especial reconocimiento. Sin embargo, ni la solidaridad ni la generosidad son recursos inextinguibles y no podemos dejar que la proximidad geográfica sea el único factor que determine nuestra responsabilidad compartida por la protección o el nivel de la asistencia humanitaria.

Señor Presidente, a este respecto, La Santa Sede reitera su preocupación de que ciertos países han aumentado la carga de las comunidades de alojamiento a través de una estrategia insostenible de externalización, evitando una responsabilidad directa de largo plazo, flujos mixtos a través de acuerdos que los detienen en puntos estratégicos a lo largo de su viaje. Total delegación de responsabilidad no conduce a soluciones más eficientes y duraderas en su efectividad. Por el contrario, empuja a muchas personas que buscan asilo a embarcarse en rutas alternativas cada vez más peligrosas en busca de protección.

Señor Presidente, antes de concluir, la Santa Sede desea dejar constancia, una vez más, su preocupación por el uso de las “Conclusiones” de este Comité Ejecutivo para impulsar ciertas agendas e ideologías, en lugar de como guías técnicas necesarias para que el UNHCR atienda las necesidades concretas de los refugiados y las comunidades de asilo. El enfoque de “tómelo o déjelo” utilizado por ciertas delegaciones, incluso en otros foros de la ONU, socava la voluntad política y el multilateralismo. Esta delegación espera un regreso al diálogo de buena fe y está lista para trabajar con otros estados que consideren un valor la reconstrucción de bases de un auténtico consenso.

Señor Presidente, a este respecto, notamos un aumento en las fragmentación de las soluciones, que solo alimenta mayores tensiones y divisiones. [4] Mostraría una visión de corto plazo enfocarse solamente en proveer asistencia mientras se ignoran los “síntomas” de las distintas crisis que enfrenta la familia humana en este momento. Por estas razones, La Santa Sede desea proponer una reflexión colectiva más profunda sobre las causas de raíz de los desplazamientos forzados. Esto incluye realizar todo esfuerzo para asegurar las condiciones necesarias para que la gente viva en paz, seguridad y dignidad en sus países de origen. También requiere esfuerzos paralelos para promover y facilitar la reconciliación. Por eso, “es necesario cambiar de las estrategias de poder político, económico y militar hacia un plan por una paz global: no a un mundo dividido entre poderes en conflicto; sí a un mundo unido entre pueblos y civilizaciones que se respetan mutuamente”. [5]

La Santa Sede acoge con satisfacción la renovación de su mandato, señor Alto Comisionado, y renueva su compromiso a trabajar juntos por el bien de los refugiados alrededor del mundo.

Gracias, señor Presidente.


[1] cf. Papa Francisco, Discurso a la Pontificia Academia de Ciencias, 10 de septiembre 2022.

[2] cf. Papa Francisco, Carta Encíclica Fratelli tutti § 130.

[3] cf. Papa Francisco, Mensaje por la 108º Jornada Mundial de los migrantes y refugiados, 25 de septiembre 2022.

[4] cf. Discurso de su Eminencia el Cardenal Parolin, Secretario de Estado de Su Santidad del Papa Francisco, en el Debate General de la Semana de Alto Nivel en la Apertura de la 77ª Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 24 de septiembre 2022.

[5] cf. Papa Francisco, Palabras después del Ángelus, 3 de julio 2022.

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