DÉJENSE ILUMINAR POR LOS CONSEJOS Y EL TESTIMONIO DE LOS ANCIANOS: PALABRAS DEL PAPA A JÓVENES PEREGRINOS DE BÉLGICA (10/10/2022)

El Papa Francisco recibió este 10 de octubre por la mañana, en la Sala Clementina del Palacio Vaticano, a un grupo de unos trescientos jóvenes procedentes de Bélgica a quienes, como embajadores de la juventud belga para la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud de 2023 en Portugal, los invitó a “cultivar la cercanía a todos los jóvenes, especialmente a los que viven en situaciones precarias”. Hacia el final de su alocución, el Papa les pidió que nunca se cansen “de ser portadores del Evangelio allá donde vayan”. Transcribimos a continuación, el texto completo de su alocución, traducido del italiano:

Queridos jóvenes, buenos días y bienvenidos:

Me alegra encontrarlos. Los saludo a todos con afecto y, a través de ustedes, expreso mi cercanía espiritual a todos los jóvenes comprometidos en sus parroquias y comunidades cristianas en Bélgica.

Admiro la audacia de su fe, su compromiso y su testimonio cristiano en una sociedad que, lo sabemos, está cada vez más secularizada. Es hermoso ver jóvenes de su edad listos a dedicarse a proyectos de evangelización y a vivir el mensaje de Cristo en medio de sus ocupaciones cotidianas. Ustedes son no solamente el futuro de la Iglesia, no, no sólo eso, sino sobre todo el presente; ella los necesita, porque la Iglesia es joven: necesita de su generosidad, de su alegría, de su voluntad de construir un mundo distinto, imbuido por los valores de fraternidad, paz y reconciliación.

Ustedes experimentan la alegría y el entusiasmo, pero a veces también el miedo, las dificultades, las heridas, el enfrentamiento con los propios límites, las crisis. No tengan miedo de las crisis, porque las crisis nos hacen crecer. Te ponen frente a distintas situaciones y debes ir adelante y resolver los problemas. No confundan crisis con conflicto: el conflicto te cierra, la crisis te hace crecer. Por eso su relación con Cristo debe ser sólida. Él es el Amigo fiel que nunca decepciona. El encuentro con Jesús les permite tener una mirada nueva sobre las situaciones, encontrar respuestas a sus preguntas, descubrirse capaces de asumir responsabilidades, de ir adelante en la vida y consolidar su fe a través de un diálogo sobre sus convicciones. Además, no tengan miedo de aceptar a su familia, la debilidad, y esto, hacerlo con humildad: “estos son mis límites, pero vayamos adelante”. “Padre, yo soy neurótico, o soy neurótica...”. Alégrate de ser neurótica y sigue adelante, sin miedo. No se necesita ser superhéroes, sino más bien personas sinceras, verdaderas y libres.

Como embajadores de la Juventud belga para la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud de 2023 en Portugal, los invito a cultivar la cercanía con todos los jóvenes, en particular con aquellos que viven en situaciones precarias, con jóvenes migrantes y refugiados, con jóvenes de la calle, sin olvidar a los demás, especialmente aquellos que experimentan una vida de soledad y tristeza.

Sé que tienen sed de una Iglesia verdadera y auténtica, hecha de hombres y mujeres con fe viva y contagiosa. Y entonces invito a cada uno de ustedes a plantearse esta pregunta: yo, ¿qué aporto personalmente para acercarnos a esta meta? ¿Cuál es mi contribución para una comunidad cristiana alegre? La alegría debe existir siempre, porque, saben, los cristianos con cara de funeral no funcionan, no son cristianos. Si tú eres cristiano, tendrás la alegría.

Queridos jóvenes, una cosa muy importante: déjense iluminar por los consejos y el testimonio de los ancianos. De hecho, «donde los jóvenes hablan con los viejos hay futuro; si no hay este diálogo entre viejos y jóvenes, el futuro no se ve claro» (Catequesis, 17 de agosto 2022). Llevar a cabo el diálogo con las raíces, con los viejos, con quien nos ha precedido y nosotros seguir adelante. Es creciendo en diálogo con los ancianos que nosotros podemos formarnos una personalidad sólida para las luchas cotidianas y además ellos nos transmiten la fe y sus convicciones religiosas. Una de estas luchas es por la paz. Como bien saben, estamos atravesando momentos difíciles para la humanidad, que está en gran peligro. Estamos en grave peligro. Por tanto les digo: sean artesanos de paz a su alrededor y dentro de ustedes; embajadores de paz, para que el mundo redescubra la belleza del amor, de vivir juntos, de la fraternidad y la solidaridad. Su vida «es un compromiso concreto a partir de la fe para la construcción de una sociedad nueva, es vivir en medio del mundo y la sociedad para evangelizar sus distintas instancias, para hacer crecer la paz, la convivencia, la justicia, los derechos humanos, la misericordia y así extender el Reino de Dios en el mundo» (Exhort. ap. postsin. Christus vivit, 168).

Ante todos estos desafíos, pueden sentirse desanimados, no a la altura, desarmados e impotentes, es verdad. ¡No tengan miedo! ¡Sean creativos, sean fantasiosos; eleven la mirada para enfrentar los desafíos de la vida! Llenos de las gracias del Señor y con la fuerza del Espíritu Santo, «no esperen a mañana para colaborar en la transformación del mundo con su energía, su audacia y su creatividad» (ibid., 178).

Queridos y queridas jóvenes, les pido, nunca se cansen de ser portadores del Evangelio donde quiera que vayan. Sé que son generosos, sé que están llenos de entusiasmo y listos para conquistar el mundo. No se dejen distraer por las cosas banales de la vida, ¡y son muchas! Concéntrense en lo esencial, que brota de la amistad con Jesucristo.

Los animo y me alegro con ustedes por el trabajo que realizan en sus comunidades. Los encomiendo al cuidado maternal de la Virgen María – su Rosario es escuela de oración y de vida – y a la intercesión de los jóvenes santos. Los acompaño a todos con mi bendición, junto a todas sus familias y a toda la juventud belga. Y por favor, no se olviden de orar por mí. Gracias.

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