BAJO EL AMPARO DE MARÍA, LAS FAMILIAS Y LAS VOCACIONES: VIDEO MENSAJE DEL PAPA A LA ARQUIDIÓCESIS DE ROSARIO, ARGENTINA (09/12/2022)
El próximo 3 de mayo de 2023 se cumplen 250 años de la llegada de la imagen de la Virgen del Rosario. La misma viene de Cádiz (España) y reemplaza a la primitiva imagen que había. Hace 250 años que se venera esta imagen de la Virgen del Rosario en la capilla edificada en los orígenes de la ciudad y que le dio su nombre; también el nombre a la Arquidiócesis. Con razón es llamada con el título de Patrona y Fundadora. Año de memoria agradecida, para fortalecer nuestras raíces cristianas, vivir apasionadamente el presente y mirar con esperanza el futuro.
El lema: “Con María del Rosario, misionamos por la paz”. Ser instrumentos de paz. Llevar a Cristo, que es nuestra paz, a los corazones, a las familias, y a toda la sociedad. Vivir en paz consigo mismo, en la familia, en el barrio, en la sociedad.
Y el contexto es que, en vez de estar en paz, vemos violencia por todos lados, violencia en la ciudad, inseguridad, y, en su mayoría, una violencia producida por el narcotráfico. En lo que vamos de 2022, llevamos 240 personas muertas por esta línea, con varias personas inocentes, niños, adultos y ancianos. La violencia es así.
Queremos poner bajo el amparo de María a las familias, especialmente a las que padecen la pobreza, la indigencia, la falta de trabajo, a quienes padecen las adicciones en su seno, etc. Teniendo presente que una persona que sufre, siempre lo hace en el seno de una familia.
También queremos poner bajo el cuidado de la Madre de Dios las vocaciones, trabajando por una cultura vocacional: vocaciones al matrimonio, a la vida consagrada, al sacerdocio. Llamados a consagrar la vida en algo, en una familia o en el servicio ministerial.
Este tiene que ser un año para revalorizar el regalo de un Santuario Mariano en la Arquidiócesis: la Iglesia Matriz, hoy Catedral y Basílica en honor a Nuestra Señora del Rosario. Queremos invitar a todas las parroquias, escuelas e instituciones a peregrinar al Santuario en busca de la gracia, donde se experimenta el amor de la Madre, la cercanía de Cristo y la misericordia del Padre, a través del sacramento de la Reconciliación y las indulgencias que la Iglesia nos ofrece.
Hermanos y hermanas, un Año Mariano es este, un año en que la Iglesia sale al encuentro de todos abierto el corazón, al encuentro con corazón misionero, que sale al encuentro con rostro misionero. Que la Virgen los acompañe en este camino.
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