QUE LO GLOBAL NO VAYA EN DETRIMENTO DE LO LOCAL: PALABRAS DEL PAPA A EMPRESARIOS ITALIANOS (14/03/2022)

Este 14 de marzo, en la Sala Clementina del Palacio Vaticano, el Papa Francisco mantuvo una audiencia privada con miembros de la Asociación italiana “Anima per il sociale nei valori d’impresa”, una organización dedicada a defender la responsabilidad social de las empresas en diferentes planos. “La construcción de una nueva economía que respete la dignidad humana y el medio ambiente puede y debe empezar desde abajo”, afirmó el Sumo Pontífice, cuyas palabras compartimos a continuación, traducidas del italiano:

Gentiles señoras y señores:

Agradezco a la Presidente por sus palabras de introducción y doy mi bienvenida cordial a todos ustedes.

En el ámbito de la Unión de Industriales y de las empresas de la provincia de Lazio, hace 20 años dieron vida a esta Asociación, con una finalidad de promoción ética y social. Eligieron para ello utilizar la palabra “alma”: palabra muy comprometedora. Ella hace pensar en una realidad que no tiene una visibilidad propia, sino que desde el interior estimula y motiva su ambiente de trabajo. Toca sobre todo a ustedes los responsables hacer un balance de los objetivos alcanzados en estos 20 años. Por mi parte, quisiera animarlos y ofrecerles algunos puntos de reflexión.

Hoy, teniendo el objetivo señalando hacia el bien común, resulta necesario que la política y la economía, en constante diálogo entre ellos, se pongan decisivamente al servicio de la vida, la vida humana y la vida de la creación, nuestra casa común (cf. Enc. Laudato si’, 189), no al servicio de la no-vida o de la muerte, como desafortunadamente sucede a veces. La gran crisis financiera del 2007-2008 debería haber impulsado en esta dirección. Sí, ha habido una reacción positiva, pero me parece que sustancialmente el mundo ha continuado y continúa siendo gobernado por criterios obsoletos. Para no hablar del ámbito geopolítico-militar, donde distintas guerras regionales y especialmente la actual guerra en Ucrania demuestran que quien gobierna la suerte de los pueblos aún no ha recibido la lección de las tragedias del siglo XX.

Ustedes, que representan principalmente la realidad de las pequeñas y medianas empresas, sedan cuenta de qué difícil es, en tal contexto desarrollarse y crear empleos respetando los valores éticos y la responsabilidad social. Pero no hay que desanimarse y resignarse. Cada uno piensa que los criterios ético sociales son como una “jaula” que mortifica la libertad y la creatividad económica. En realidad, es precisamente lo contrario, o al menos puede serlo. De hecho, si queremos que el mundo futuro sea habitable y digno del hombre, es necesario que la economía sea más libre del poder de las finanzas y más creativa en la búsqueda de formas de producción orientadas a una ecología integral. Que la economía sea concreta, no “líquida” ni “gaseosa”, como es el peligro de las finanzas. La globalización debe ser gobernada, de manera que lo global no vaya en detrimento de lo local, sino que ambas dimensiones estén en conexión virtuosa y fecunda.

Muchos, de manera comprensible, dirán: ¿Pero qué podemos hacer nosotros, pequeños empresarios, ante el “gigante Goliath” del poder financiero y tecnocrático? Pienso – y deseo que la construcción de una economía nueva, respetuosa de la dignidad humana y del ambiente, pueda y deba comenzar desde abajo. Más aún – lo sabemos –, ya inició desde abajo: en todo el mundo hay muchas experiencias de empresa ética y sustentable que marcan un camino. Es necesario favorecer la comunicación y el compartir entre estas experiencias, de manera que se forme una red capaz de incidir a niveles cada vez más extensos. Sobre este tema de la economía nueva, la economía concreta, hablé en el libro – el último libro que escribí – Let us dream, Ritorniamo a sognare es la versión italiana. Me detuve en un análisis de este problema de lo concreto de la economía y la visibilidad de la economía, para evitar lo que definí como “estado líquido” o “gaseoso”. Quizá pueda ilustrar lo que quiero decir aquí.

Permítanme, finalmente, un consejo “de obispo”: si quieren ser alma en el mundo de la empresa, no dejen de cuidar su propia alma, la que viene de Dios. Y por eso es necesario resistir a la tentación del activismo y buscar tiempos para reflexionar, para pensar, para contemplar. A veces el activismo nos destruye la interioridad; no hablo de religiosidad sino de interioridad humana. Después la de una religión es una opción personal, pero primero está la interioridad humana. También para esto la Asociación puede ser útil, con propuestas. Pero es sobre todo una exigencia personal: cada uno, si quiere animar, debe dejarse animar interiormente por el bien, por lo bello y lo verdadero. Lo demuestran los testimonios de empresarios italianos que han sabido hacer crecer no sólo las ganancias sino también la vida, la calidad de la vida, la calidad del trabajo, con libertad y creatividad, porque tenían una conciencia iluminada, una interioridad iluminada. Y eso te lleva a la creatividad, te lleva – me permito la palabra – a la poesía. También el trabajo del hombre es poesía: hacer las cosas.

Queridos empresarios, les agradezco por su visita. Deseo a todos lo mejor para su trabajo y para la actividad asociativa. Que el Señor los bendiga y también a sus familias. Y oren por mí, porque lo necesito. Y si alguno no hace oración, o no puede orar, o no quiere orar, o no sabe orar, que al menos me envíe buenos pensamientos y buenas “ondas”. Gracias.

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