LA INDIFERENCIA ES LA GRAN ENFERMEDAD DE HOY: PALABRAS DEL PAPA A MIEMBROS DE LA LIGA ITALIANA PARA LA LUCHA CONTRA LOS TUMORES (04/03/2022)

El Papa Francisco recibió este 4 de marzo en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, al Presidente y a los miembros de la Liga Italiana para la Lucha contra los Tumores: “Su compromiso es una forma de caridad social”, les dijo, y los animó a “seguir adelante en su servicio a la gente” en fidelidad con su lema “Prevenir es vivir”. La Liga Italiana para la Lucha contra los Tumores es el único ente público de base asociativa que tiene sede en Roma, supervisado por el Ministerio de la Salud, articulado en 106 asociaciones provinciales. Compartimos a continuación, el texto completo pronunciado por el Papa, traducido del italiano:

Queridos amigos:

Estoy contento de recibirlos y los saludo con afecto, comenzando por el Presidente nacional, a quien agradezco por sus palabras tan “humanistas”, profundas. Gracias. El pasado 25 de febrero festejaron el 100º aniversario de la Liga Italiana para la Lucha contra los Tumores. Una historia que tiene sus raíces en un pasado rico de desarrollos importantes, entregado a un presente de compromiso constante y abierto a un futuro de expectativas y perspectivas. Permítanme decirles: ¡feliz cumpleaños! Y este deseo lo extiendo a muchas personas para las cuales trabajan: a muchos pacientes, antes que todo, y también a trabajadores de la salud e investigadores.

Su Liga es un histórico precursor de los actuales cuidados paliativos, tan importantes y valiosos. Su historia manifiesta la capacidad de redefinir tareas y enfoques de la asociación en el cambio tanto del sistema social como del sistema de salud; en particular, las actividades que desarrollan se refieren, además de a la formación y a la información, también a la investigación y la prevención. Así contribuyen a constituir ese “buen tejido” del que está compuesto Italia. Ante la realidad de tantas personas, de cualquier edad, que se encuentran afrontando la enfermedad, ustedes han elegido y eligen siempre nuevamente luchar con ellos y con cuantos buscan una cura. Eligen hacerse prójimos.

En una sociedad amenazada por la cultura de la indiferencia – es la gran enfermedad de hoy la indiferencia, el mirar hacia otra parte – es más que nunca necesario hacerse prójimo. Y esto para ustedes significa estar cerca de las personas enfermas con tumores, que en estos últimos dos años ha sido más difícil a causa de la pandemia que ha puesto en crisis al sistema de salud. Y aún más, significa estar cerca de los familiares de los enfermos, un apoyo competente y eficaz. Por último, significa estar cerca de los profesionales de la salud, también ellos puestos a prueba por las difíciles condiciones en que han debido trabajar.

La pandemia ha frenado también la prevención y los procesos de diagnóstico, con consecuencias evidentes ante todo en el tratamiento de la enfermedad, pero también en las serenidad de las familias y de toda la sociedad. También esto pide, desde ahora, mayor prevención y atención.

Su compromiso es una forma de caridad social, que ustedes ejercen de modo asociativo, colaborando con las entidades públicas y privadas y con el voluntariado. El trabajo asociado es un importante testimonio ante la indiferencia, ante una mentalidad que quisiera excluir a quien no es perfecto. Tal testimonio presupone formación. No basta el “hacer”, es necesario educarse, formarse, para responder a la cultura del descarte, que tiende a marginar la vulnerabilidad, la fragilidad y el sufrimiento, marginarla para no verla. «Recuerdo que siempre debe privilegiarse el derecho a los cuidados y a la curación para todos, para que los más débiles, en particular los ancianos y los enfermos, nunca sean descartados» (Audiencia General, 9 de febrero 2022). Y sobre esto de los cuidados para todos, los animo a mantener, es más, a hacer progresar el sistema italiano de salud pública. No pierdan esto, háganlo crecer, consolídenlo aún más, porque es un don para la sociedad. Piensen en esos países que no lo tienen, y la gente que no puede pagar no tiene acceso al sistema de salud. Ustedes tienen un tesoro que cuidar y hacer progresar. «La vida es un derecho, no la muerte, que debe ser acogida, no suministrada. Y este principio ético se refiere a todos: a todos, no sólo a los cristianos o creyentes, a todos» (ibíd.).

Juntos podemos detener esta cultura que quiere afirmar un modelo de hombre “económico”, que vale en la medida en la que produce y consume. En cambio, incluso en el sufrimiento y en la enfermedad somos plenamente hombres y mujeres, sin disminuciones, reconociéndonos en esa totalidad unificada psico físico espiritual típica sólo de la persona humana.

Según las palabras de San Juan Pablo II, hay un “reflejo cristiano” en el sufrimiento: «Si un hombre se hace partícipe de los sufrimientos de Cristo, esto sucede porque Cristo abrió su sufrimiento al hombre, porque él mismo en su sufrimiento redentor se hizo, en cierto sentido, partícipe de todos los sufrimientos humanos. El hombre, descubriendo mediante la fe el sufrimiento redentor de Cristo, descubre en él sus propios sufrimientos, los reencuentra, mediante la fe, enriquecidos de un nuevo contenido y un nuevo significado» (Carta Ap. Salvifici doloris, 11 de febrero 1984, 20).

Queridos amigos, sigan adelante en su servicio a las personas, fieles a su slogan que dice: “prevenir es vivir”. Que los acompañe desde el cielo San Leopoldo Mandić – ¡un grande! –, patrono de los enfermos con tumores. Patrono también de los “tumores espirituales”, porque confesaba y perdonaba todo. Un gran misericordioso. Se necesitan estos sacerdotes hoy. De corazón bendigo a todos ustedes, a los socios y a sus familias. Y les pido por favor no olvidarse de orar por mí, porque lo necesito. Gracias.

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