NADIE SE SALVA SOLO: PALABRAS DE MONS. PAUL GALLAGHER EN LA CUMBRE DE LA ONU SOBRE RESPUESTA A LAS PANDEMIAS (20/09/2021)

En la Cumbre de la ONU sobre prevención, preparación y respuesta a las pandemias realizada este 20 de septiembre, Mons. Paul Gallagher enfatizó que las emergencias sanitarias, así como la guerra, nos recuerdan nuestra fragilidad y profunda interdependencia, así como nuestra responsabilidad mutua. Urgió a promover la solidaridad global y priorizar el acceso universal a tecnologías de salud, especialmente para los más vulnerables. Transcribimos a continuación el texto de su intervención, traducido del inglés:

Señor Presidente:

La experiencia de la pandemia de COVID-19 nos recordó a todos, una vez más, nuestra fragilidad nuestra interconexión fundamental y dependencia mutua, así como nuestra responsabilidad hacia los demás. De hecho, como recordó el Papa Francisco “una sociedad sana es aquella que cuida la salud de todos” [1].

Durante la pandemia, atestiguamos mucho bien y dedicación, a todos los niveles de gobierno y esferas de la sociedad. Esto también es cierto acerca del esfuerzo para rápidamente desarrollar, producir y distribuir pruebas de diagnóstico, medicamentos y vacunas para el COVID-19. Sin embargo, sigue siendo una preocupación que el porcentaje de personas en países de bajos recursos que han recibido al menos una dosis de una vacuna contra el COVID-19 es aproximadamente la mitad del porcentaje en países de altos ingresos [2]. Llevar a la práctica la solidaridad global requiere priorizar el acceso universal a tecnologías de salud, particularmente para los más vulnerables.

Durante la pandemia, la capacidad limitada de producción, combinada con grandes diferencias en el poder de compra, crearon disparidades en el acceso, que la generosidad por sí misma no puede superar. Resolver esto para futuras pandemias requiere un enfoque sobre el desarrollo, que refleje los profundos vínculos entre pobreza y mala salud. También requiere la capacidad de construir en países en desarrollo para promover la investigación local, la innovación, la producción y la distribución. Más allá de una “rápida solución”, es necesario asegurar que una respuesta equitativa pueda proporcionarse en futuras pandemias. Considerando que soluciones de largo plazo a menudo requieren largo tiempo para cumplirse, no tenemos tiempo que perder.

Señor Presidente:

Toda respuesta confiable a emergencias sanitarias debe respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluyendo la libertad de opinión y expresión, la libertad de conciencia y la libertad religiosa o de credo. Deben incluir mecanismos de solidaridad dirigidos a ayudar a los países a proveer medicinas y adecuada atención de salud a sus poblaciones, mientras se respeta su sensibilidad cultural y su soberanía. Más aún, compartir información científica y conocimiento a un nivel internacional es también crítico. A este respecto, vale la pena repetir que organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud tienen un papel significativo para impulsar y facilitar la coordinación y la cooperación, pero esto también requiere construir constantemente la confianza con y entre los países.

Señor Presidente:

Como lo ha dicho el Papa Francisco, “la mayor lección que aprendimos del COVID-19 fue darnos cuenta de que nos necesitamos mutuamente […y] que ninguno de nosotros se salva solo” [3]. Esperemos que esta siga siendo la convicción que impulse esta reunión y que puede inspirar el trabajo del Cuerpo Intergubernamental de Negociación y el Grupo de Trabajo sobre las Enmiendas a las Reglas Internacionales de Salud en Ginebra. Nunca salimos de una crisis sin cambios; es responsabilidad nuestra asegurar que el cambio sea para mejorar [4].

Gracias, Señor Presidente.


[1] Papa Francisco, Audiencia General, 9 de septiembre de 2020.

[2] UNDP, Panel global para la equidad en vacunas, https://data.undp.org/vaccine-equity/ (35.85% comparada con el 72.89%, al 23 de agosto de 2023).

[3] Papa Francisco, Mensaje para la LVI Jornada Mundial de la Paz, 1º de enero de 2023.

[4] cf. Papa Francisco, Discurso a los participantes en la Asamblea Plenaria de la Pontificia Academia para la Vida, 27 de septiembre de 2023.

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