LLEVEN UN VESTIDO A LA MEDIDA DE SU UNICIDAD: PALABRAS DEL PAPA A LOS JÓVENES DE LA ACCIÓN CATÓLICA ITALIANA (18/12/2021)

Al reunirse la mañana de este 18 de diciembre con unos 70 jóvenes de la Acción Católica en la Sala Clementina, el Papa Francisco mencionó a su contemporáneo Carlo Acutis y al joven Gino Pistoni, muerto a los 20 años en 1944, y cuya causa de beatificación está en curso. Su invitación fue a asumir, en todos los ámbitos de la vida cotidiana, el estilo de Dios hecho de cercanía, compasión y ternura porque es Él quien da valor y energía. Los jóvenes llamaron al Papa su “verdadero influencer” y le regalaron sacos de dormir para la caridad con los pobres. Compartimos a continuación, el texto completo de su intervención, traducida del italiano:

Queridos muchachos y muchachas, bienvenidos:

Para mí es una alegría encontrarles en esta cita navideña, y sobre todo esto [se refiere a un bebé] es valiente, ¡le irá bien en la vida! Déjenlo caminar, déjenlo en paz... Me agrada. Miremos: tiene iniciativa, tiene valentía, es uno que está buscando cosas desconocidas. Así ustedes, muchachos y muchachas, deben ser: con valentía ir adelante.

Con ustedes están el Presidente Nacional de la Acción Católica Italiana, Prof. Giuseppe Notarstefano, el Asistente General, Mons. Gualtiero Sigismondi, junto a los responsables nacionales y algunos educadores. Los saludo de corazón y a través de ellos agradezco a las muchas personas que se comprometen con generosidad para su formación dedicando tiempo y recursos a la Asociación.

Su camino de fe de este año está expresado por el lema “A la medida para ti”, inspirado por el trabajo de sastrería. Me gusta este tema, que hace pensar en la ropa confeccionada a la medida, con accesorios adecuados a las distintas personas. Es hermoso porque cada uno de nosotros es una persona única. No hay dos iguales, no: ¡una, única! No somos fotocopias, ¡todos somos originales! Y lo más terrible es cuando queremos imitar a los demás y hacer las cosas que hace la gente, los demás, y de ser originales nos convertiremos en fotocopias. Esto es terrible. Cada uno debe defender la propia originalidad. Lo repetía a menudo el Beato Carlo Acutis, su contemporáneo. Y en efecto, es importante que cada uno se ponga cada día con alegría la “ropa” de la propia originalidad, de la propia personalidad. Piensen, en la historia no hay nadie y nunca habrá nadie igual a ti, a ti, a ti... Todos somos diferentes. Cada uno es una belleza única e irrepetible. Y cuando alguien hace cosas feas, cada uno tiene una fealdad única, irrepetible. ¡Cada uno es original ya sea en el bien o en el mal!

Así los ve Jesús, los ama como son, incluso si alguno no los considera importantes y puede pensar que cuentan poco. Jesús, que vino al mundo como niño, creen un mundo a la medida de un niño, a la medida de cada uno. Nos lo hizo entender naciendo en Belén. Pero incluso hoy se hace cercano a los jóvenes de cada país y de cada pueblo, y lo hace todos los días. Es el estilo de Dios, que se describe en tres palabras: cercanía, compasión y ternura. Este es el estilo de Dios, no otro.

Queridos amigos, frente a Jesús que se hace en nuestro prójimo, aprendemos también nosotros a hacernos “prójimos”; cercanos a los demás: prójimos de los familiares, de los amigos, de los contemporáneos, de los necesitados. Siempre se puede hacer algo por los demás sin esperar que sean los demás quienes hagan algo por nosotros. Siempre se puede ser misioneros del Evangelio, y serlo en todos lados, a partir de los ambientes en que se vive: en la familia, en la escuela, en la parroquia, en los lugares de deporte y de diversión. Pero para hacer esto, para asumir el estilo de Jesús, para ser sus testigos, es necesario estar con Él, hacerle un lugar en nuestro día. Y yo le pregunto a cada uno de ustedes, muchachos y muchachas: ustedes ¿le hacen lugar a Jesús en su día, en su trabajo, en su estudio, en su descanso, en su deporte? ¿Jesús entra ahí? No tengan miedo de dedicarle tiempo en la oración, es decir de hablarle –hablar con Jesús– de sus amigos, pedirle ayuda en las dificultades, contarle cuando están felices y cuando están tristes. Y Jesús los hará crecer en esa nobleza que tiene una persona cuando toma sobre sí la propia medida.

Hoy me llegó la biografía de un joven, que dio la vida –20 años– dio la vida por su patria: Gino Pistoni. Su causa de beatificación está en curso. Y ofreció la vida con su sangre, escrito con su sangre... Y de inmediato pensé en ustedes: lo llevaré a la audiencia para hablarles de este joven. Que su vida... Que cada uno de ustedes de la vida, pero bien, con todo: que se exprese como él se expresó con la sangre, expresarse con todo lo que se tiene.

Jesús da al corazón una alegría plena, porque sólo Él es capaz de hacer siempre nueva la aventura de la vida. Él nunca se olvida de ustedes; siempre está listo para animarlos y nunca deja de creer en ustedes. Somos nosotros los que nos olvidamos de Él: esto siempre sucede... Les da energía, les da valentía cada vez que van a encontrarlo a la Misa y los mira con alegría especialmente cuando realizan gestos para compartir y de solidaridad hacia los demás, cuando son capaces de estar cerca de quién está solo, sin amigos, en dificultad; cerca de quien sufre, y desafortunadamente ¡hay muchos de sus contemporáneos que sufren! Piensen en ellos, piensen: en estos jóvenes, que ustedes no conocen, pero son muchos los que sufren. Llévenlos en su corazón para hablarle de ellos a Jesús. ¡Valentía! Valentía en su camino de vida. ¡Jesús cuenta con ustedes!

Les agradezco y les deseo una feliz y santa Navidad. Gracias. Feliz Navidad a sus familias y a toda la Acción Católica. De corazón les bendigo y les pido orar por mí.

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