EL ARTE CREA FRATERNIDAD, NO HAY AMIGOS NI ENEMIGOS: PALABRAS DEL PAPA A PARTICIPANTES EN EL CONCIERTO DE NAVIDAD 2021 (15/12/2021)

Antes de la Audiencia General, en el Aula Pablo VI, el Papa saludó este 15 de diciembre a los artistas que actuarán mañana en el Concierto de Navidad 2021 y les agradeció el apoyo que la recaudación del espectáculo aportará a proyectos educativos en Líbano y Haití. “La Navidad trae la ternura de Dios al mundo, despertando la alegría y la esperanza en todos. Y estos sentimientos, los artistas también saben revivirlos y difundirlos con su talento”. Estas fueron algunas de las primeras palabras que el Papa Francisco dirigió a los organizadores y artistas de la 29ª edición del Concierto de Navidad, que se celebrará mañana a las 7 de la tarde en el Auditorium Conciliazione, y que será retransmitido en Nochebuena por Canal 5 en Italia. Reproducimos a continuación el texto del Santo Padre, traducido del italiano:

Queridos amigos, buenos días y bienvenidos:

Quisiera pedir al Cardenal Versaldi que no transmita estas palabras en el concierto: el concierto es arte, esto no tiene nada que ver; que el arte se exprese por sí mismo.

Estoy contento de poder saludarles antes del concierto de Navidad, que será mañana por la noche. Gracias, muchas gracias.

La Navidad nos invita a fijar la mirada en el acontecimiento que trajo al mundo la ternura de Dios – una palabra que subrayo, ternura, nos falta mucha – y así suscitó y sigue suscitando alegría y esperanza. Ternura, alegría, esperanza: sentimientos y actitudes que también ustedes los artistas saben reavivar y difundir con sus talentos. Gracias.

La ternura nace del amor, y como el lenguaje del amor. Cuando amas a un niño, lo acaricias, cuando amas a tu prometida la acaricias, a tu prometido lo acaricias. Nace del amor. El gesto del amor es el más sencillo. En el pesebre vemos el amor de una madre que abraza al niño recién nacido, el amor de un padre que cuida y defiende a su familia; vemos pastores que se conmueven ante el recién nacido, Ángeles que hacen fiesta por la venida del señor... Todo está permeado por el sentido de asombro y de amor que trae la ternura. Quiero repetirlo: el lenguaje de Dios es cercanía, compasión y ternura. Las tres cosas juntas.

San Francisco de Asís, con su pesebre viviente en Greccio, quiso representar lo que había sucedido en la gruta de Belén, para que se pudiera contemplar y adorar. El Poverello estaba lleno de una ternura que lo llevaba a la conmoción pensando en la pobreza en que el hijo de Dios había nacido.

Y precisamente el amor que aparece en esta escena genera alegría. El florecimiento de la vida siempre es motivo de alegría, que ayuda a superar los sufrimientos. La sonrisa de un niño suaviza incluso los corazones más endurecidos. Lo hemos visto: ciertos hombres duros, que no saludan a nadie, cuando viene el nietecito se suavizan. En el concierto de Navidad ustedes ofrecen sus cualidades artísticas para apoyar proyectos educativos, destinados sobre todo a niños y jóvenes en dos países que se encuentran en condiciones muy precarias: Haití y Líbano. En el Líbano los llevan adelante los Salesianos, valientes, los Salesianos que siempre inventan cualquier cosa para salir adelante. Y esta es promesa de vida. En Haití los llevan adelante Scholas Occurentes, el movimiento Pontificio que cuida tan bien Mons. Zani. Su música, el canto, ayudan a abrir el corazón para no olvidar a quienes sufren y para hacer gestos concretos para compartir, que llevan alegría a muchas familias deseosas de dar un futuro a sus propios hijos a través de la educación.

Ternura, alegría y esperanza. En la gruta de Belén se encendió la esperanza para la humanidad. La pandemia desafortunadamente ha agravado la diferencia educativa para millones de niños y adolescentes excluidos de toda actividad formativa. Y existen otras “pandemias” que impiden la difusión de la cultura del diálogo y la cultura de la inclusión. Hoy domina la cultura del descarte, desafortunadamente. La luz de la Navidad nos hace redescubrir el sentido de la fraternidad y nos impulsa a la solidaridad con quién está en necesidad. Y ustedes en el arte de inmediato crean fraternidad; ante el arte no existen amigos y enemigos, somos todos iguales, todos amigos, todos hermanos. El suyo es un lenguaje fecundo. Invertir en la educación significa hacer descubrir y apreciar los valores más importantes y ayudar a los jóvenes a tener la valentía de mirar con esperanza su futuro. En la educación habita la semilla de la esperanza: esperanza de paz y de Justicia, esperanza de belleza, esperanza de bondad; esperanza de armonía social.

Queridos amigos, les agradezco. Gracias, muchas gracias por la generosidad con la que apoyan los proyectos destinados a las jóvenes generaciones. Les deseo que sean siempre mensajeros de ternura, de alegría y de esperanza. Feliz Navidad de fraternidad y de paz a ustedes y a sus seres queridos. ¡Gracias!

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