LA BELLEZA NOS PONE EN CONTACTO CON LA BONDAD DIVINA: PALABRAS DEL PAPA A INTEGRANTES DE ASOCIACIÓN DE ARTISTAS (17/02/2022)

La mañana de este 17 de febrero, el Papa Francisco recibió en audiencia a los miembros de la Asociación de artistas “Diaconie de la Beauté”, en ocasión de su 10º Aniversario de fundación. A ellos les recordó que, por naturaleza, estamos llamados a ser artesanos y custodios de la belleza de la creación. El Santo Padre les dijo que, en el difícil contexto actual que conoce el mundo, en el que el desconcierto y la tristeza parecen a veces tener la sartén por el mango, su misión resulta más necesaria que nunca, porque la belleza es siempre una fuente de alegría, que nos pone en contacto con la bondad divina. Transcribimos a continuación, el texto de su mensaje, traducido del italiano:

Queridos amigos, queridos artistas:

Me alegra recibirlos y les doy mi cordial bienvenida a Roma. Le agradezco, Mons. Le Gall, haber tomado la iniciativa de este encuentro en el marco del 10º aniversario de la “Diaconie de la Beauté”, y por sus corteses palabras. Y saludo a todos ustedes, artistas que buscan de distintos modos ayudar y animar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo a tomar la via pulchritudinis.

Las Sagradas Escrituras nos hablan mucho de la belleza del universo y de todo lo que incluye, y que refiere por analogía a la del Creador. Nos recuerdan también que cada uno de nosotros está llamado por naturaleza a ser artesano y custodio de tal belleza. El trabajo artístico completa, en cierto sentido, la belleza de la creación y, cuando está inspirado por la fe, revela más claramente a los hombres el amor divino que tiene en su origen.

Doy gracias por el trabajo realizado en estos diez años, por el amor y la pasión con que han puesto a disposición de los hermanos y hermanas los talentos que han recibido de Dios, expresando en los lenguajes del arte mensajes preciosos para la fe y la evangelización.

La belleza es capaz de crear comunión, «porque une a Dios, al hombre y a la creación en una única sinfonía; porque conjuga el pasado, el presente y el porvenir; porque atrae al mismo lugar e involucra en la misma mirada a personas distintas y a pueblos distantes» (Saludo a los dirigentes de los Patrons of the Arts in the Vatican Museum, 28 de septiembre de 2018). Una particularidad del artista es la de no estar limitado por el tiempo, porque su arte habla a todas las épocas. El artista no está limitado tampoco por el espacio, porque la belleza puede tocar en cada uno aquello que tiene de universal – especialmente la sed de Dios –superando las fronteras de las lenguas y las culturas. Si es auténtico, el artista es capaz de hablar de Dios mejor que cualquiera, de hacer percibir la belleza y la bondad, de «llegar al corazón humano y hacer resplandecer en él la verdad y la bondad del resucitado» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 167).

Como decía San Juan Pablo II, en su Carta a los artistas, que les invito a releer con atención, «para transmitir el mensaje confiable de Cristo, la Iglesia necesita del arte. Ésta debe, de hecho, hacer perceptible y, es más, en cuanto sea posible, fascinante el mundo del espíritu, de lo invisible, de Dios. Debe entonces transferir en fórmulas significativas lo que en sí mismo es inefable. Ahora, el arte tiene una capacidad totalmente suya de captar uno u otro aspecto del mensaje traduciéndolo en colores, formas, sonidos que secundan la intuición de quien mira o escucha».

Los exhorto, entonces, al cultivar su arte, a hablar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, preocupándose siempre de que haya una cierta comprensión de su parte, porque un arte incomprensible y hermético falla en su objetivo. Busquen tocar aquello que en ellos existe de bueno. La Iglesia cuenta con ustedes hoy para ayudar a los hermanos y hermanas a tener un corazón sensible y compasivo, una mirada de amor renovada sobre el mundo y los demás.

En el difícil contexto actual que el mundo conoce, en que la derrota y la tristeza parecen a veces tener la ventaja, su misión se revela más que nunca como necesaria, porque la belleza siempre es una fuente de alegría, poniéndonos en contacto con la bondad divina. Si existe la belleza es porque Dios es bueno y nos la da. Y esto nos da alegría, nos hace sentir seguros, nos hace bien. El contacto con «la belleza nos atrae, siempre la belleza nos hace ir más allá». Suscitando y sosteniendo la fe, la belleza «es un camino para ir hacia el Señor» (Audiencia General, 5 de enero 2022).

Les agradezco por el trabajo que hacen, por la alegría que dan al mundo con sus obras, y los animo, una vez más, a continuar su servicio con amor y capacidad, porque el mundo necesita belleza, más que nunca. Que la Virgen María los introduzca cada vez más en el misterio de Dios y que el Espíritu Santo los inspire: no se olviden de invocarlo. Yo hago oración por ustedes y los bendigo; también ustedes, por favor, oren por mí. Gracias.

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