NUNCA DEJEN QUE EL PASADO DETERMINE SUS VIDAS: PALABRAS DEL PAPA A JÓVENES DE UN CENTRO SOCIAL DE PORTUGAL (28/09/2019)

Una agenda llena la del Papa Francisco este sábado 28 de septiembre en el Vaticano. Entre las citas del día, sostuvo un encuentro con jóvenes del Centro Social «Padre David de Oliveira Martins» de Braga, Portugal, una Institución de Solidaridad Social que nació a principios de los años cincuenta, proporcionando protección y refugio a huérfanos, niños pobres y abandonados y ayudando a los ancianos en sus últimos años de vida. Compartimos a continuación sus palabras, traducidas del original en portugués:

¡Queridos hermanos y hermanas!

A todos ustedes los saludo y agradezco al Padre Jorge las amables palabras de saludo y presentación de este hermoso don de Dios, de esta maravilla que es el Centro Social de Ruuílhe. El mismo es fruto sobre todo del óbolo ofrecido por el pueblo humilde y generoso en respuesta al llamado del Padre David de Oliveira Martins. No pedía para sí mismo; pedía para los hermanos, que tendían los brazos en busca de ayuda. Dios le concedió la gracia de tocar el corazón de los pobres y humildes, desencadenando por todos lados la revolución de la ternura, bajo la bandera de «Los Niños del Padre David». Desde Roma, lleven mi abrazo a quienes son asistidos y a los asistentes de la Institución en sus diversas funciones al servicio de la infancia, de la juventud, de los pobres y de los ancianos. Como embajadores del amor que tienen a la Iglesia y del bien que me desean, enviaron a los más pequeños. ¡Gracias, Padre Manuel Joaquim!

Su camino los lleva a mirar juntos hacia el futuro: no a mirarse a ustedes mismos ni para ustedes mismos. Como enseña Pablo, «el presente o el futuro, todo es suyo. Pero ustedes son de Cristo y Cristo es de Dios» (1 Cor 3, 21.23). ¡Ustedes son de Cristo! Es el sentido profundo de su historia hasta el día de hoy, pero es sobre todo la clave para afrontar el futuro. Sean siempre de Cristo en la oración, en el cuidado de sus hermanos más pequeños. No tengan miedo de participar en la revolución a la que Él los llama: la revolución de la ternura (cf. Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, 88). Cristo camina con ustedes y los guía.

Antes de saludarlos de una manera más personal, quiero asegurarle a todos y cada uno mi afectuosa solidaridad. Nunca dejen que el pasado determine su vida. Miren siempre hacia adelante. Trabajen y luchen para conseguir las cosas que quieren. Y que nunca ninguno de ustedes se sienta solo; en verdad, es tarea de cada hombre, creado a imagen de Cristo, estar cerca de su prójimo. ¡Que Dios les conceda ser los unos para los otros portadores de su misericordia, ternura y amor. ¡Y que Él bendiga al Centro Social Padre David, con todos los que acoge y todos los que lo administran, dinamizan y apoyan. ¡Hago oración por ustedes; y ustedes oren por mí! Gracias.

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