UCRANIA, «ANIVERSARIO DOLOROSO Y VERGONZOSO PARA LA HUMANIDAD»: ÁNGELUS DEL 23/02/2025
Hermanos y hermanas, feliz domingo:
Esta mañana en la Basílica de San Pedro se celebró la Eucaristía con la ordenación de algunos candidatos al diaconado. Los saludo a ellos y a los participantes en el Jubileo de los Diáconos que se desarrolló en estos días en el Vaticano; y agradezco a los Dicasterios para el Clero y para la Evangelización por la preparación de este evento.
Queridos hermanos Diáconos, ustedes se dedican al anuncio de la Palabra y al servicio de la caridad; desempeñan su ministerio en la Iglesia con palabras y obras, llevando el amor y la misericordia de Dios a todos. Los exhorto a continuar con alegría su apostolado y – como nos sugiere el Evangelio de hoy – a ser signo de un amor que abraza a todos, que transforma el mal en bien y genera un mundo fraterno. ¡No tengan miedo de arriesgar el amor!
Por mi parte, continúo con confianza la recuperación en el Policlínico Gemelli, siguiendo con los tratamientos necesarios; ¡y también el descanso forma parte de la terapia! Agradezco de corazón a los médicos y al personal de salud de este Hospital por la atención que me están demostrando y por la dedicación con la que realizan su servicio entre las personas enfermas.
Se cumple mañana el tercer aniversario de la guerra a gran escala contra Ucrania: ¡un aniversario doloroso y vergonzoso para toda la humanidad! Mientras renuevo mi cercanía al martirizado pueblo ucraniano, los invito a recordar a las víctimas de todos los conflictos armados y a orar por el don de la paz en Palestina, en Israel y en todo Medio Oriente, en Myanmar, en Kivú y en Sudán.
En estos días me han llegado muchos mensajes de afecto y me han impresionado particularmente las cartas y dibujos de los niños. ¡Gracias por esta cercanía y por las oraciones de consuelo que he recibido de todo el mundo! Encomiendo a todos a la intercesión de María y les pido orar por mí.
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