DEFENDER A LOS INDÍGENAS ES UNA CUESTIÓN DE GARANTÍA DE FUTURO: MENSAJE DEL PAPA AL FORO MUNDIAL DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS (10/02/2025)
A Su Excelencia la Sra. Myrna Cunningham
Presidente del Comité Directivo
del Foro de los Pueblos Indígenas en el FIDA
Excelencia:
Deseo dirigir un saludo a cuantos asisten a este encuentro y hago votos para que sea un espacio significativo de debate, estudio y reflexión sobre las prioridades, preocupaciones y justas aspiraciones de las comunidades originarias.
El tema escogido, “El derecho de los Pueblos Indígenas a la libre determinación: una vía para la seguridad y la soberanía alimentarias”, nos invita a reconocer el valor de los pueblos originarios, así como la herencia ancestral de conocimientos y prácticas que enriquecen positivamente a la gran familia humana coloreándola con los distintos rasgos de sus tradiciones. Ésta descubre un horizonte de esperanza en la hora presente, marcada por intensos y complejos desafíos y no pocas tensiones.
La defensa del derecho a preservar la propia cultura e identidad pasa necesariamente por el reconocimiento del valor de su contribución a la sociedad y por la salvaguardia de su existencia y de los recursos naturales que necesitan para vivir. Algo que está gravemente amenazado por el incremento del acaparamiento de las tierras cultivables por parte de empresas multinacionales, grandes inversionistas y Estados. Son prácticas que producen daños, poniendo en riesgo el derecho de las comunidades a una vida digna.
La tierra, el agua y los alimentos no son simples mercancías, sino la base misma de la vida y del vínculo de estos pueblos con la naturaleza. Por tanto, defender estos derechos no es sólo una cuestión de justicia, sino también la garantía de un futuro sostenible para todos. Animados por el sentido de pertenencia a la familia humana podremos lograr que las generaciones futuras se beneficien de un mundo en armonía con la belleza y la bondad que guiaron las manos de Dios al crearlo.
Suplico a Dios Todopoderoso para que estos esfuerzos sean fecundos y sirvan de inspiración a los responsables de las naciones, de manera que se adopten las medidas adecuadas para que la familia humana camine unida en la consecución del bien común, sin que nadie sea excluido ni dejado atrás.
Vaticano, 10 de febrero de 2025
FRANCISCO
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