ESCUCHAR LA LLAMADA DE LAS VÍCTIMAS Y COMPROMETERSE: VIDEOMENSAJE DEL PAPA A PARTICIPANTES EN CONFERENCIA SOBRE PROTECCIÓN A MENORES (18/09/2021)

En un videomensaje, el Papa Francisco se dirigió a los representantes de los Episcopados, las órdenes religiosas y los profesionales laicos que, procedentes de 20 países, se reúnen en Varsovia del 19 al 22 de septiembre en la Conferencia Internacional sobre la Protección de Menores y los Adultos Vulnerables para las Iglesias de Europa Central y Oriental. El Papa señaló los errores cometidos, pero sobre todo animó a verlos como un tiempo de vaciamiento que abre nuevos horizontes. Compartimos a continuación, el texto del mensaje, emitido en video este 18 de septiembre, traducido del italiano:

Queridos hermanos y hermanas, estoy feliz de darles la bienvenida ahora que están reunidos para reflexionar sobre la respuesta que la Iglesia está dando a la crisis de los abusos sexuales a menores por parte de miembros de la Iglesia, y sobre los modos en que puede responder más adecuadamente a esta gravísima situación que enfrentamos.

Al dirigirme a los líderes de las Conferencias Episcopales del mundo, reunidos en Roma en febrero de 2019, expresé mi aliento para que asegurasen que el bienestar de las víctimas no se dejara de lado en favor de una preocupación malentendida por la reputación de la Iglesia como institución. Por el contrario, sólo afrontando la verdad de estos comportamientos crueles y buscando humildemente el perdón de las víctimas y de los supervivientes, la Iglesia podrá encontrar su camino para ser considerada de nuevo con confianza como un lugar de acogida y de seguridad para los necesitados. Nuestras expresiones de contrición deben convertirse en un camino concreto de reforma, tanto para prevenir ulteriores abusos como para garantizar a los demás la confianza en el hecho de que nuestros esfuerzos conducirán a un cambio real y confiable.

Los animo a escuchar la llamada de las víctimas y a comprometerse, los unos con los otros y con la sociedad en un sentido más amplio, en estos importantes debates porque tocan verdaderamente el futuro de la Iglesia en Europa Central y Oriental. No sólo al futuro de la Iglesia, sino también al corazón del cristiano. Tocan nuestra responsabilidad.

No son los primeros que han tenido la responsabilidad de tomar estas medidas, que son tan necesarias, y es poco probable que sean los últimos. Pero sepan que no están solos en estos tiempos difíciles.

Reconocer nuestros errores y fracasos puede hacernos sentir vulnerables y frágiles, es verdad. Pero también puede constituir un tiempo de gracia espléndida, un tiempo de vaciamiento, que abre nuevos horizontes de amor y servicio recíproco. Si reconocemos nuestros errores, no tendremos nada que temer, porque será el Señor mismo quien nos habrá llevado a ese punto.

“Sin malicia hacia nadie y con caridad hacia todos” (A. Lincoln), los exhorto a ser humildes instrumentos del Señor, al servicio de las víctimas de los abusos, viéndolos como compañeros y protagonistas de un futuro común, aprendiendo unos de otros a ser más fieles y más resilientes para que, juntos, podamos afrontar los desafíos futuros. Que el Señor los bendiga, que la Virgen los proteja y, por favor, no se olviden de orar por mí. Gracias.

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