TENGAN CUIDADO ANTE EL “SAQUEO ESPIRITUAL”: PALABRAS DEL PAPA A LOS NUEVOS RECLUTAS DE LA GUARDIA SUIZA (02/10/2020)
Sr. Comandante, Reverendo capellán, ¡queridos oficiales y miembros de la Guardia Suiza!
Me alegra encontrarlos con ocasión de su día de fiesta. Dirijo un cordial saludo a los nuevos reclutas que, siguiendo el ejemplo de tantos de sus compatriotas, han decidido dedicar un período de su juventud al servicio del Sucesor de Pedro. La presencia de sus familiares expresa la devoción de los católicos suizos por la Santa Sede, así como la educación moral y el buen ejemplo, con que los padres han transmitido a sus hijos la fe cristiana y el sentido del servicio generoso al prójimo. Mi agradecido saludo también va dirigido a los representantes de la Fundación para la Guardia Suiza Pontificia.
La jornada de hoy me ofrece la oportunidad de recordar el ilustre pasado de su Cuerpo. Mi pensamiento va, en particular, al “Saqueo de Roma”, que vio a los guardias suizos defender valerosamente al Papa, hasta dar la vida. Que la memoria de ese evento pueda evocar en ustedes el peligro de un “saqueo” espiritual. En el contexto social actual, muchos jóvenes corren el riesgo de dejarse despojar el alma, cuando siguen ideales y estilos de vida que sólo responden a deseos o necesidades materiales.
Mi deseo es que su permanencia en Roma constituya un tiempo favorable para utilizar lo mejor posible cuanto de positivo esta ciudad les ofrece. Es rica en historia, cultura y fe; aprovechen, pues, las oportunidades que se les ofrecen para potenciar su bagaje cultural, lingüístico y espiritual. El tiempo que pasarán aquí es un momento único en su existencia: que puedan vivirlo con espíritu de fraternidad, ayudándose los unos a los otros a conducir una vida rica en sentido y gozosamente cristiana.
Que el juramento que harán pasado mañana sea también un testimonio de fidelidad a su vocación bautismal, es decir a Cristo, que los llama a ser hombres y cristianos, protagonistas de su existencia. Con su ayuda y el poder del Espíritu Santo, enfrentarán serenamente los obstáculos y desafíos de la vida. No olviden que el Señor está siempre a su lado: les deso de corazón que siempre sientan su presencia consoladora.
Aprovecho la ocasión para renovar la expresión de mi reconocimiento a todo el Cuerpo de la Guardia Suiza Pontificia. Y les agradezco no sólo por lo que hacen — ¡que es mucho! —, sino también por cómo lo hacen. Santa Teresa de Calcuta decía que al final de la vida no seremos juzgados por cuántas cosas habremos hecho, sino por cuánto amor hayamos puesto en esas cosas.
Les aseguro mi oración por todas sus buenas intenciones; y también ustedes, por favor, oren por mí. A todos ustedes, de corazón imparto la Bendición Apostólica.
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