LA OLA POPULISTA EN EUROPA HACE DESVANECER LOS PRINCIPIOS DE FRATERNIDAD: MENSAJE DEL PAPA A LOS PARTICIPANTES EN EL FORO DE ALPBACH (24/08/2024)
Queridos participantes en el Fórum Europeo Alpbach:
Me alegra poder dirigirles hoy algunas palabras. Cuando pienso en Europa, pienso ante todo en el continente de los derechos humanos. Sobre todo, los importantes derechos humanos universales han recibido aquí su desarrollo.
Actualmente, estamos viviendo en Europa un tiempo de crisis, que como toda crisis lleva consigo peligros y oportunidades; un tiempo en el que varios movimientos populistas gozan de gran popularidad. Las razones de ello residen principalmente en factores económicos y políticos. Vemos por tanto que, en Europa, a partir de esta “ola” populista, algunos ideales se han desvanecido y algunos principios, relativos al comportamiento frente a los miembros más débiles de la sociedad, se han colocado en segundo plano.
Estos ideales y principios, entre los cuales merecen especial relieve los de la dignidad humana y la fraternidad, siempre han estado conectados con la matriz del Evangelio. Hoy el contexto cultural ha cambiado, y la Iglesia está llamada a vivir dentro de una sociedad secularizada; esto no debe maravillar ni asustar, porque sabemos bien que Dios está presente también ahí. Más aún, con renovadas motivaciones, nos esforzamos, como cristianos, por aportar la riqueza de la doctrina social católica con su pretensión de universalidad. También la Unión Europea, desde su fundación, tiene rasgos universalistas, y es deseable que no los pierda. En este sentido, es particularmente importante el aspecto de la fraternidad. De ello deriva entonces que las sociedades en Europa están llamadas a buscar formas y medios para reducir la polarización en su interior y permanecer abiertas al mundo que las rodea.
Queridos participantes en el Fórum Europeo Alpbach, les agradezco por su compromiso, en medio de los desafíos sociales de nuestro tiempo, y les deseo que sean testigos “contagiosos” de los ideales europeos. Los bendigo de corazón y les pido por favor que oren por mí. Gracias.
Roma, 21 agosto 2024
FRANCISCO
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