LA ENERGÍA DEBE SER JUSTA E INCLUSIVA: PALABRAS DEL PAPA A DIRECTIVOS Y EMPLEADOS DE LA EMPRESA “TERNA” (31/08/2024)

El Santo Padre Francisco recibió en audiencia en la Sala Clementina, este 31 de agosto, a los directivos y empleados de la empresa Terna y les expresó que espera que la energía sea “limpia” no sólo de fuentes fósiles sino, sobre todo, de injusticias, guerras y desigualdades. El Santo Padre hizo un llamado por los fallecidos en el trabajo en las infraestructuras energéticas y subrayó “no los olvidemos y asegurémonos de que no haya más”. Compartimos a continuación, las palabras del Papa, traducidas del italiano:

Gentiles señoras y señores, buenos días:

Me alegro de darle mi saludo a una empresa que está entre los actores más importantes de la vida económica y social en Italia y Europa, con presencia significativa en otros países. Una empresa que, trabajando en un sector crucial, el de la gestión de la red eléctrica, está detrás de la energía que cada ciudadano usa todos los días. Por tanto, son constructores de bien común, el bien de todos y de cada uno. Cuando encendemos la luz en casa, no pensamos que ese gesto funciona gracias al trabajo de muchas personas, a su inteligencia y capacidades, y también a sus sacrificios. No olvidemos a los caídos en el trabajo en las infraestructuras energéticas y hagamos lo posible para que ya no los haya más.

Ustedes se comprometen un futuro alimentado con energía limpia, con nuevas formas de consumirla y producirla basados cada vez más en fuentes renovables. En efecto, hay mucha energía sucia en el planeta. Sucia, es verdad, por las muchas fuentes fósiles y no renovables; pero también ensuciada por la injusticia, por guerras que ocultan y se alimentan del hambre de energía; ensuciada por relaciones de trabajo injustas, por concentración de enormes ganancias en pocas manos, por ritmos de trabajo insostenibles que contaminan las relaciones empresariales y el alma de las personas. La energía buena no es solamente una cuestión tecnológica: es necesario que la producción y el consumo se vuelvan cada vez más equitativos e inclusivos. El desafío de la inclusión, incluir.

En efecto, la inclusión energética, la democracia energética, es hoy un desafío de muchas dimensiones. No se puede ser ciudadanos soberanos si se sigue siendo esclavos energéticos. He ahí por qué merece ser apoyada y animada la difusión de las comunidades energéticas, esas nuevas expresiones de ciudadanía integral y democracia que, con dificultad, se están desarrollando también en Italia. Y eso es bueno.

Ustedes trabajan en un sector decisivo para la calidad de la vida y para la misma supervivencia en el planeta, por tanto, tienen una gran responsabilidad. Escuchar y buscar responder a las preguntas es siempre un acto de responsabilidad, aun cuando no existan todavía respuestas concretas para dar. Y, en los casos que parecen sin solución, es necesario aprender el arte de gestionar los conflictos – ese es un arte que todos debemos aprender: gestionar los conflictos –, para no hacerlos degenerar y explotar; sabiendo que, sobre todo en su sector, la solución no está en prevalecer una parte sobre otra, está en la innovación tecnológica y la creatividad. Y me permito subrayar que, en la creatividad, para resolver los conflictos, está el diálogo: es muy importante, el diálogo, ser capaces de dialogar.

Me alegro con ustedes porque buscan la transparencia, hacer ver a todos cómo trabajan, cómo se distribuyen las ganancias y escogen las inversiones. Tienen también un Comité Ético, y eso es bueno. Sería importante que toda gran empresa, todo gran banco tuviera un comité ético, posiblemente con miembros externos e independientes a los propietarios y con representantes de los trabajadores. Porque los efectos producidos por las grandes realidades económicas y financieras van más allá de sus fronteras.

Finalmente, es significativo que se utilice la expresión “red eléctrica”, para hablar del conjunto de los sistemas y conexiones que atraviesan y marcan nuestro territorio. Hoy se utiliza mucho la palabra “red”, pero hemos aprendido que es una red también pensando en la red eléctrica. Un sistema complejo, donde todo está conectado, donde la energía puede llegar a la última casa en una colina porque detrás de ese último trozo de cable hay todo un sistema que lo sostiene. La red es también una hermosa metáfora de la cooperación humana y la reciprocidad, de la relación entre la parte y el todo.

Hace algunas décadas llevaron luz también a la casa de los pobres. Esas torres y postes que llevaban la energía eléctrica a los campos eran recibidos con aplausos, como se recibe un gran regalo. Para entenderlo debemos regresar a los relatos de nuestros abuelos que eran campesinos, del día en que oprimieron el primer interruptor y todo en la casa se iluminó de repente. Muchos, esa noche, dijeron una oración para agradecer por aquel “milagro” que mejoraba su vida, que permitía a los hijos estudiar mejor y a todos bañarse con agua caliente. Aún hoy, en ciertos pueblos de África y Asia, también de América Latina, se ve por la noche a grupos de jóvenes bajo las pocas lámparas para estudiar, porque no tienen energía eléctrica en su casa.

No es una casualidad que, durante las guerras, las primeras infraestructuras atacadas en las ciudades son las eléctricas, porque así se impacta directamente en la vida de las familias y se derrumba la moral de la gente.

Queridos amigos, el trabajo también es amor social, fraternidad civil. Al producir y distribuir energía ustedes involucran su inteligencia, su alma, su corazón, su amor. Deberíamos recordarlo más y entonces agradecer más.

Los bendigo a todos ustedes, bendigo su trabajo, bendigo su creatividad, bendigo su paciencia. Y les pido por favor orar por mí. Gracias.

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