EL PESEBRE, UNA MANERA GENUINA DE COMUNICAR EL EVANGELIO: SALUDO DEL PAPA A LOS DONANTES DEL NACIMIENTO Y EL ÁRBOL DE LA PLAZA DE SAN PEDRO (05/12/2019)

La mañana de este 5 de diciembre, el Papa Francisco recibió en el Aula Pablo VI, a las Delegaciones que este año han donado el Pesebre y el árbol de Navidad. El nacimiento este año proviene de Scurelle, en la provincia italiana de Trento, mientras que el árbol fue donado por el Consorcio de Usos Cívicos de Rotzo-Pedescala y San Pietro, provincia de Vicenza, Italia. En sus saludos, el Santo Padre expresó su gratitud y reconocimiento por la donación de estos dos símbolos religiosos navideños que hoy fueron inaugurados en la Plaza de San Pedro, todos ellos unidos por el común recuerdo de la tormenta del otoño pasado que devastó muchas zonas del Triveneto, al norte de Italia. Reproducimos a continuación el texto completo de su mensaje, traducido del italiano:

Queridos hermanos y hermanas:

Me alegra recibirlos el día en que se presentan el nacimiento y el árbol de Navidad, en la Plaza de San Pedro, unidos por el recuerdo común de la tormenta del otoño pasado que devastó muchas zonas de las tres provincias vénetas. Los saludo a todos, empezando por mis hermanos Obispos, a quienes agradezco sus palabras. Expreso mi profunda gratitud a las autoridades civiles, que han sostenido el regalo de estos dos símbolos religiosos navideños. Expresan el afecto de los pueblos de las provincias de Trento, Vicenza y Treviso, en particular de algunas localidades situadas en los territorios de las diócesis de Trento, Padua y Vittorio Véneto.

El encuentro de hoy me brinda la oportunidad de renovar mi aliento a sus poblaciones, que el año pasado sufrieron una catástrofe natural devastadora, que destruyó bosques enteros. Son acontecimientos que nos asustan, son señales de alerta que nos envía la creación, y que nos piden que tomemos decisiones efectivas de inmediato para salvaguardar nuestra casa común.

Esta noche se encenderán las luces que adornan el árbol. Permanecerá junto al pesebre hasta el final de las fiestas navideñas, y ambos serán admirados por numerosos peregrinos de todo el mundo. Gracias, queridos amigos, por estos dones, y también por los árboles más pequeños destinados a otros lugares del Vaticano. Me ha gustado mucho saber que para sustituir las plantas removidas, se replantarán 40 abetos que reintegrarán los bosques gravemente perjudicados por la tormenta de 2018. El abeto rojo que han regalado representa un signo de esperanza, especialmente de sus bosques, para que se limpien lo antes posible y comenzar así el trabajo de reforestación.

El nacimiento, hecho casi en su totalidad de madera y compuesto de elementos arquitectónicos característicos de la tradición de Trento, ayudará a los visitantes a saborear la riqueza espiritual de la natividad del Señor. Los troncos de madera, procedentes de las zonas afectadas por las tormentas, que sirven de telón de fondo al paisaje, subrayan la precariedad en la que se encontraba la Sagrada Familia esa noche en Belén. El nacimiento artístico de Conegliano, situado en el Aula Pablo VI, nos ayudará también a contemplar la humilde gruta donde nació el Salvador.

Como saben, hace unos días estuve en Greccio para visitar el lugar donde San Francisco hizo el primer nacimiento. Desde allí publiqué una Carta sobre el nacimiento que es un signo simple y hermoso de nuestra fe y no debe perderse, al contrario, es bello que se transmita de padres a hijos, de abuelos a nietos. Es una manera auténtica de comunicar el Evangelio, en un mundo que a veces parece tener miedo de recordar lo que realmente es la Navidad, y borra los signos cristianos para conservar sólo los de un imaginario banal, comercial.

Queridos amigos, les deseo de todo corazón así como a sus conciudadanos y a todos los habitantes de sus regiones, que pasen la natividad del Señor con serenidad y fraternidad. ¡Qué la Virgen María, que acogió al Hijo de Dios en la debilidad de la naturaleza humana, nos ayude a contemplarlo en el rostro de los que sufren, y que nos sostenga en nuestro compromiso de ser solidarios con las personas más débiles y frágiles! Los bendigo de corazón y les pido por favor que oren por mí. ¡Gracias!

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